La sequía estructural, un invierno más húmedo de lo normal en el interior de la provincia, la tradicional falta de limpieza de la masa forestal por el abandono de la ganadería extensiva, y la falta de medios han provocado que el bosque de la provincia se haya convertido, un año más, en un polvorín ante la posibilidad que se produzca un incendio forestal que podría alcanzar, incluso, las dimensiones de un gran siniestro.
Jorge Olcina, geógrafo y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, alerta de que después del final de invierno y los comienzos de esta primavera tan inestable que estamos viviendo este año, el crecimiento del matorral aumenta el riesgo ante incendios forestales en las montañas de Alicante. «A ello se une el elevado riesgo existente en varias zonas de la montaña de Alicante, que han sido ocupadas por urbanizaciones y en las que no se ha llevado a cabo acciones de gestión (talas selectivas, limpieza de matorral) del monte en la llamada interfaz urbano-forestal. Es decir, en la zona de contacto de las urbanizaciones con el monte. De manera, vuelve a ser un año complicado en caso de incendios forestales, que obliga a tener especial vigilancia de los cuerpos de extinción», advirtió ayer Olcina.
Los grandes incendios forestales se cobraron 14 víctimas humanas en el año 1994 en la Comunidad Valenciana, a las que hay que añadir los pilotos fallecidos en los años 1990, 1992, 2002, 2005, 2010 y los dos fallecidos en los incendios del año 2012.
Expertos en la gestión de los incendios forestales, geógrafos y climatólogos se reunirán el próximo noviembre en Calpe con motivo del III Congreso Forestal de la Comunidad Valenciana, en el que se analizará la amenaza que supone las zonas del Mediterráneo el cambio climático, la alternancia de lluvias con periodos de sequía y la falta de mantenimiento de la masa forestal en el monte.
La comunidad científica coincide en que las características de los incendios forestales están en un proceso de cambios significativos. Uno de los fenómenos relacionados estrechamente con esta tendencia es el cambio climático, producido por el incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El cambio climático influye directamente en la subida de las temperaturas y provoca que los periodos de sequía sean ahora más frecuentes y prolongados a lo largo del año, lo que ocasiona una mayor desecación de la vegetación y, por tanto, un aumento de su inflamabilidad. Estos efectos del cambio climático se suman a una situación estructural de nuestros montes caracterizada por el continuo aumento de la superficie forestal, debido al abandono del medio rural, en general, y de los aprovechamientos forestales, en particular, aumentando las masas forestales jóvenes e inestables.
Jornada universitaria
La Universidad de Alicante acoge ayer y hoy una reunión internacional de expertos en clima organizado por el grupo de climatología de Zaragoza, que lidera un proyecto europeo sobre cambio climático y es actualmente uno de los grupos de investigación puntero en investigaciones de clima cambio climático de España. El grupo de investigación en Historia y Clima de la Universidad de Alicante, colabora con este grupo de Zaragoza en la recopilación de datos climáticos históricos y en el análisis de tendencias del clima en los últimos 300 años. Por la UA participan los profesores Armando Alberola, Jorge Olcina y Cayetano Más.
