El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, trabaja en la puesta en marcha de un equipo técnico que se encargará de controlar que la empresa concesionaria del servicio de la limpieza (UTE Alicante, en manos de FCC, Ferrovial y el empresario Enrique Ortiz) cumpla el contrato. Los técnicos, además, tendrán el encargo de supervisar con firmeza que los ciudadanos no incumplan la ordenanza municipal de limpieza. Según confirmaron ayer fuentes municipales, el equipo de funcionarios estará liderado por Sebastián Chicote, el técnico que redactó el pliego de condiciones de un contrato que se adjudicó a mediados de 2013, durante el último mandato de Sonia Castedo al frente del Ayuntamiento.
Chicote, en cambio, fue apartado del control del servicio de limpieza hace dos años, con Guanyar Alacant al mando de la Concejalía de Limpieza a través del edil Víctor Domínguez. A principios del mes de abril de 2016, el tripartito que entonces gobernaba el Ayuntamiento anunció la destitución del director facultativo de la contrata de limpieza y recogida de basuras de la ciudad, Sebastián Chicote, por falta de control y eficacia, según se desprendió de las explicaciones del concejal Domínguez, así como del comunicado que envió su departamento anunciando el cambio, en el que se incidía en la intención de intensificar y mejorar el control y el cumplimiento del pliego de condiciones del contrato. «Simplemente se busca avanzar en el control (de los servicios de limpieza), buscando nuevas personas para realizarlo de una manera más eficiente. No es ningún castigo a Chicote», aseguró entonces el concejal de Guanyar, quien desvinculó la destitución del hecho de que el técnico fuera nombrado por el gobierno popular de Sonia Castedo, alegando que «la gran mayoría de funcionarios que estaban con el PP siguen».
Un año y medio después de destituir a Chicote como director facultativo de la contrata de limpieza, Guanyar decidió apartar a Domínguez de la concejalía en beneficio de Miguel Ángel Pavon (también de Guanyar), que en septiembre de 2017 sumó esta competencia a la Vicealcaldía y al área de Urbanismo, entre otras. Dos meses después, Limpieza pasó a manos del socialista Fernando Marcos tras la ruptura del tripartito de Alicante en noviembre de 2017 tras la negativa a dimitir del entonces alcalde Gabriel Echávarri, encausado en dos procesos judiciales.
Ahora, tras la reciente llegada del PP al gobierno local, Barcala trabaja en diseñar un equipo «potente» de técnicos que se encargue de supervisar el control «escrupuloso» del contrato de la limpieza, con el técnico Chicote al frente, y de luchar contra el incumplimiento de la ordenanza por parte de los ciudadanos incívicos, según admitieron fuentes municipales.
