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Morales se plantea dejar el acta como edil tras la bajada de sueldo acordada por el grupo socialista

La concejala reconoce que valora su salida del Ayuntamiento solo por «cuestiones económicas»

Morales se plantea dejar el acta como edil tras la bajada de su sueldo

La concejala socialista Sofía Morales se plantea dejar su acta como concejala del Ayuntamiento de Alicante tras ser relegada a un sueldo parcial (36.000 euros al año, a los que se suman los trienios por ser funcionaria de la Generalitat, según fuentes municipales) en el reparto acordado la pasada semana por su grupo socialista tras el paso a la oposición.

La que fuera edil de Hacienda y Acción Social, que en la mañana de ayer se ausentó de la reunión de su grupo (tampoco acudió Carlos Giménez por estar presente en un tribunal de funcionarios en el Ayuntamiento), admite que está valorando abandonar el Ayuntamiento de Alicante, aunque asegura que no será una decisión que tome en los próximos días. «Aún estoy en shock. El reparto de sueldos es una decisión que acepto, pero que no me parece justa», incidió ayer Morales, que se queda con una de las dedicaciones parciales de su grupo (como Fernando Marcos), mientras que el resto de concejales tendrán sueldos completos , además de cargo dentro del grupo (48.000 euros para Carlos Giménez, Gloria Vara y Miguel Castelló, con 51.500 euros para Eva Montesinos, como portavoz). «No lo tengo aún decidido, me he dado un tiempo para pensarlo. Si me voy del Ayuntamiento de Alicante y vuelvo al instituto [tiene plaza en el IES Virgen del Remedio, del que era directora desde 2006] sería por una cuestión económica, porque me interese más; no me iría por el partido, sino por el dinero», subrayó ayer, aunque también sufrió un importante revés hace apenas un mes y medio cuando se convirtió en la única concejala del PSOE excluida de la Ejecutiva socialista liderada por Miguel Millana, pero controlada por el exsenador Ángel Franco. «Si decido irme, me volvería al instituto a seguir trabajando hasta que el partido me volviera a necesitar», añadió ayer la concejala, que recaló en el PSOE meses antes de las elecciones municipales como «fichaje» del entonces candidato a la Alcaldía de Alicante, Gabriel Echávarri.

Morales sostiene que no tomará la decisión definitiva sobre su futuro hasta que acabe este curso escolar, al parecerle «injusto» regresar a las aulas en la recta final de las clases y tener que evaluar a unos alumnos que han tenido otro profesor. «Como mi plaza está en el sector de la enseñanza, no me parece justo volver ahora. Si dejo el acta, sería para regresar para el curso que viene porque mi trabajo [en el instituto] me encanta», añadió ayer Morales, quien descartó la posibilidad de volver a dar clase, pero sin dejar el acta. «Eso sería dejar a mis compañeros con un concejal menos, y yo no quiero nada de revanchismos. Si me voy, dejo el acta y que pase el siguiente», prosiguió la edil socialista, que de renunciar a su puesto abriría la puerta a Rosana Arques, la número ocho de la lista municipal que encabezó Gabriel Echávarri en 2015 y que fue asesora de Morales durante estos casi tres años del PSOE en el gobierno local. Arques, por su parte, se ha quedado ahora sin sueldo en el Ayuntamiento al no ser elegida entre las tres personas que se reparten los dos sueldos de los que disponen los grupos de la oposición para personal de confianza. Según la concejala socialista, su posible sucesora estaría «encantada» de tomar posesión como miembro de la corporación.

Morales fue, la pasada semana, la única concejala que votó en contra del reparto de sueldos en su grupo municipal, pese a que Fernando Marcos también fue relegado al segundo escalón salarial. «No creo que sea más que mis compañeros pero tampoco menos. En mi fuero interno confiaba en que se siguiera el orden de lista», declaró la edil socialista el pasado viernes, tras conocerse la decisión de los concejales.

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