Un superávit de 43 millones de euros, un remanente de tesorería de 56,5 millones para financiar proyectos y un nivel de ejecución de las inversiones presupuestadas que no llega al 20%. Es el resultado de la liquidación del ejercicio presupuestario correspondiente a 2017 del Ayuntamiento de Alicante con el que se ha encontrado el grupo de gobierno popular, que se firmó el lunes con el departamento de Intervención y que desvela, según el edil de Hacienda Carlos Castillo, «que prácticamente no ha habido tensión gestora por parte del equipo de gobierno saliente. Nos encontramos con multitud de partidas de gasto corriente y de inversión que no se han ejecutado». Algo que según la edil de Hacienda del tripartito y de la etapa del gobierno del PSOE, Sofía Morales, se debe a las restricciones del plan de ajuste que impuso Montoro.

Sin embargo, su sucesor se mostró irónico al decir que el Ayuntamiento debe ser ahora mismo «una de las administraciones más ricas de España», negando que todo ese dinero no ejecutado y del que ahora pueden disponer tenga que ver con el plan de ajuste que impuso a las arcas municipales el Gobierno de Rajoy. «Lo más duro del plan se aplicó entre 2013 y 2015, y es inconveniente criticarlo pues no supone más cortapisa que tener que pedir autorización al Ministerio de Hacienda antes de llevar los presupuestos al Pleno. Es contradictorio centrar la crítica en el plan de ajuste cuando el Ayuntamiento tiene capacidad y recursos económicos de sobra para plantear proyectos».

El PP entiende que lo que de entrada es «una buena noticia» pues se han encontrado, dijo Castillo, con «músculo financiero» para acometer muchas iniciativas, tiene otra lectura preocupante: que el Ayuntamiento de Alicante, en los últimos tres años, «se ha dedicado a recaudar de la ciudadanía una notable cantidad de impuestos que no han revertido en su beneficio, y esto nos parece muy criticable». «Este superávit tan amplio sólo puede responder a una cuestión tan elemental como la escasísima ejecución del presupuesto en el año 2017. Si fue baja en 2015 y en 2016, en el pasado ejercicio fue asombrosamente reducida», dijo ayer Castillo al presentar los resultados. El edil de Hacienda también hizo un análisis comparativo de todo el mandato destacando el crecimiento sostenido del superávit a lo largo de los tres últimos años, pues en 2015 fue, según precisó, de 23 millones de euros; por 29 millones de euros en 2016; y 43 millones en el año 2017.

Respecto al remanente de tesorería, que permite realizar inversiones sostenibles, citó los 23 millones que quedaron en 2015, por 29 millones en 2016 y 56 millones en 2017. «La lectura es que cuando no se gasta y no se invierte, lo que haces es acumular tesorería en las entidades bancarias. Si cuando llegaron (el tripartito) se encontraron con 31,4 millones, el equipo saliente nos ha dejado en los bancos 83,5 millones». Castillo reconoce que esta capacidad financiera les permitirá afrontar con liquidez acciones como las que se están realizando en Juan XXIII, el traslado de la Torre Placia, y la eventual subida del salario de los funcionarios del 1% previsto hasta el 1,7%. «Esperamos presentar una liquidación más presentable a 31 de diciembre».

Respuesta de Sofía Morales

A las críticas del PP salió al paso la exedil de Hacienda estos tres últimos años, Sofía Morales, quien recordó que los remanentes de tesorería afectan al ejercicio de 2018 y que hasta diciembre se licitaron todas las inversiones sostenibles que se pudieron. «Ellos (el PP) se las han encontrado planificadas y licitadas, listas sólo para ejecutarlas».

«¿Van a tener problemas en ejecutarlas? Pues el mismo que teníamos nosotros a no ser que sus correligionarios de Madrid les quiten el plan de ajuste», afirmó Morales, argumentando que esta restricción impidió la contratación de personal que plasmara los proyectos en redacción y ejecución de obras. «¿Por qué se gasta menos de lo presupuestado? Por el plan de ajuste que Castillo dice que no afecta. Afecta tanto que no deja invertir en el capítulo 6 (el de Personal) y nos tiene el techo de gasto muy controlado. Si ese plan no existiera, y recuerdo que existe por los desmanes del PP, podríamos haber ejecutado más». Según Morales, Alicante está en nivel similar de ejecución presupuestaria respecto a otras ciudades intervenidas por un plan de ajuste «que nos ha tenido constreñidos, a no ser que, al ser ahora del mismo signo, Rajoy se lo levante, y que nuestros trabajos en Madrid surtan efecto ahora que ellos, qué casualidad, han cogido el gobierno de Alicante de aquella manera».

Morales recalcó que no es mala gestión haberles dejado 43 millones de euros de superávit sino que el PP «nos dejara a nosotros una deuda de 140 millones (...) que gran parte no fue para ayudar a la ciudadanía sino para otras cosas que todos sabemos o sospechamos».