n David Villalba trabajaba en el área de comercio internacional del Ministerio de Agricultura y Tierras del gobierno de Nicolás Maduro. De pronto, un día «me dan una pistola y un chaleco antibalas y me dicen que la utilice contra los opositores al régimen. Yo les dije que yo no había estudiado tantos años para matar a nadie. Empezó la persecución y me vine a España». David cambió hace dos años su trabajo, su estatus y su familia, posiblemente, por su vida. Ahora trabaja en Alicante como reponedor en un supermercado, y es de los responsables de Amasve, donde «damos la primera atención, la primera sonrisa. La gente llega desasistida, desmoralizada. Viene a un país que no conoce y que no quiso conocer. Venimos obligados. No somos de abandonar nuestra patria, lo hacemos porque nos están matando de hambre. El país está destruido».

El objetivo de estos repatriados en regresar a su país. «Venezuela no es igual a Maduro. No, no y no. Hay cosas muy bellas en nuestro país. Por eso, desde España hacemos una llamada de auxilio», proclama.