El Ministerio de Fomento tiene preparada una partida de 98 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado de 2018 para poner en marcha en la Comunidad Valenciana los servicios ferroviarios declarados como Obligación de Servicio Público (OSP), entre los que figura la nueva línea Alicante-Villena -unos 15 millones de euros de inversión inicial-, que comenzará a operar el próximo verano con los trenes que actualmente cubren la línea Alicante-San Vicente, que continuarán viaje por la plataforma convencional por la que no circulan los AVE desde junio de 2013, cuando se inauguró la línea de alta velocidad con Madrid.

Renfe tiene operativa una unidad entre Alicante y San Vicente y tiene prevista la incorporación de otra similar. En estos momentos, el Ministerio de Fomento cierra con Renfe los flecos de un servicio que arrancará en verano, y ya hay maquinistas recibiendo formación.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció a mediados de diciembre la recuperación de la línea de cercanías Alicante-Villena, que contará con diez servicios en cada sentido y una frecuencia de paso de 90 minutos durante todo el día.

El servicio tendrá un coste de 3,6 millones de euros anuales y beneficiará a los alrededor de 500.000 vecinos de l´Alcantí, Medio y Alto Vinalopó que quedaron sin trenes cuando se iniciaron las obras para la llegada del AVE a Alicante.

La falta de estos trenes es una de las grandes asignaturas pendientes en materia de ferrocarril del Ministerio de Fomento en una provincia que sigue esperando el enlace en tren con el aeropuerto, el tren de la Costa y la electrificación de la línea Alicante-Murcia.

La llegada del AVE supuso un salto cualitativo en la conectividad entre Alicante y Madrid de punto a punto, pero también dejó sus facturas como el hecho de que la provincia cumplirá este año su quinto año ya si la red de cercanías entre Alicante y Villena que quedaba desde el inicio de la retirada en 1992, lo que ha dejado descolgados a los miles de vecinos que se mueven por el Medio y Alto Vinalopó, a los que no les viene bien ni la estación de alta velocidad de Villena, el gran lunar en la línea de Alta Velocidad.

Los cinco servicios diarios entre Alicante y Villena, con parada en Elda, no cubren para nada las necesidades de unas comarcas donde existe una red de ciudades con peso industrial cuyos vecinos están condenados desde el verano de 2013 a moverse por carretera, por una autovía con una alta intensidad de tráfico y se bloquea ante cualquier incidente.

No pasaba lo mismo cuando en 1992 se inauguró la autovía A-31(transformación de la antigua carretera general) y el Gobierno decidió dar el gran tajo a la línea de cercanías que entonces llegaba desde Alicante a Caudete con paradas en San Vicente, Agost, Monforte, Novelda, Monóvar, Elda, Sax, Colonia Santa Eulalia (apeadero) y Villena. Hoy, el panorama es desalentador a la hora de optar por coger el tren. En Sax y Novelda sólo para un tren regional Alicante-Valencia al día; el talgo que cubre Alicante-València-Barcelona lo hace en Elda y Villena, lo mismo que el tren regional que va a Ciudad Real.

Alicante-Murcia

Mientras el ministro de Fomento, De la Serna, va cumpliendo con sus promesas y está próxima la apertura de la línea de cercanías con Villena sigue sin resolverse otro de los problemas en materia de cercanías, la conexión entre Alicante y Murcia. Hasta la llegada del AVE la línea no va a estar electrificada y, además, los trenes siguen que pasar por el apeadero de San Gabriel para entrar y salir de la estación-término de Alicante, lo que hace que los pasajeros pierdan unos 20 minutos por viaje cuando se trata de desplazarse en tren entre Alicante y Elche.