P ¿Qué valoración hace de la sentencia a grandes rasgos?
R Es muy delicado hacer una opinión simplista de un tema tan complejo. Las cosas no son sólo blancas o negras. Pero para haber actuado de una manera tan poco razonable me parece que es poca condena.
P ¿Observa algún perfil concreto en los cinco jóvenes condenados de «la Manada»?
R La falta de responsabilidad que supone el actuar en grupo. Pierden el nivel de autocrítica y se hacen gregarios. «Solos no somos nada»: eso es el grupo. Bajan el nivel de conciencia y de asunción de responsabilidades.
P ¿Y esa conducta gregaria puede obedecer a algún factor en particular?
R Una persona que necesita apoyarse en un grupo es porque tiene algún déficit o alguna inseguridad; primero necesitamos la estima ajena. Los condenados por este asunto han tenido también otros problemas por la justicia, pero en esas situaciones tampoco han actuado solos. Son cobardes al ampararse en el grupo, se convierten en púberes en pleno despertal hormonal. Al comportarse así anulan la individualidad y la conducta reflexiva.
P Ese comportamiento «como púberes» debe influir también en su relación con las mujeres...
R Sí. La mujer es como un trofeo para ellos. Es un comportamiento típico de los animales, donde el hecho de poseer una hembra se asocia a los líderes de las manadas. Sin embargo, actuar así en una persona es muy infantil, inmaduro y regresivo. Cosifican y deshumanizan al objeto. Y su comportamiento con las mujeres se convierte en una competición primitiva de machos.
P Uno de los aspectos que más se han criticado de esta sentencia es el voto particular de un magistrado, que dice no observar miedo en la víctima. ¿Es posible afirmar algo así, únicamente a través de imágenes?
R Es imposible determinar, sólo a través de imágenes, si una persona tiene miedo. Las imágenes ofrecen interpretaciones subjetivas de emociones, y el extraer una conclusión u otra depende mucho de la empatía; hay, de hecho, tests que consisten precisamente en interpretar emociones a partir de caras. Por eso, es muy arriesgado afirmar que una persona siente una emoción determinada tan sólo mediante imágenes.
P En cualquier caso, ¿puede el miedo hacer que alguien se bloquee, tal y como asegura la joven denunciante que le ocurrió?
R Absolutamente. Cualquier emoción impactante lo hace, y más en situaciones donde por algún factor no se tiene el control, como era éste el caso, en el que la joven también podía ir bajo los efectos del alcohol.
P ¿Qué tipo de secuelas pueden quedarle a esta joven?
R Es previsible que le haya generado un estrés postraumático, puesto que ha recibido un trato indigno y es probable que haya visto su vida en riesgo. Pero además, es muy frecuente que quienes han sufrido abusos sexuales luego sean reacios a mantener relaciones, o que presenten algún tic concreto. Ocurre también algo similar con quien ha sufrido maltrato. Estas personas presentan cierta facilidad para disociarse.
P ¿Teme que esta sentencia se pueda tomar como un precedente negativo de conducta?
R Puede que se frivolice sobre lo ocurrido, y la publicidad es mala porque puede inducir a ello. Además, ahora hay tendencia a no demorar la gratificación, cuando esa demora justamente aumenta el grado de satisfacción posterior. Y las nuevas tecnologías ayudan de alguna forma a que se potencien estos comportamientos con unos límites difusos de la realidad.
