La movilización ciudadana contra la sentencia de La Manadava a más. Tres días después de hacer pública la Audiencia de Navarra la condena de 9 años de cárcel a cinco hombres por un delito continuado de abuso sexual, y no por agresión sexual, en los Sanfermines de 2016, la respuesta espontánea sigue latente en la calle. En la tarde de ayer, después de tres días de concentraciones y actos de protesta, más de 4.500 personas llenaron el centro de Alicante en una manifestación que centró su foco y sus iras contra la Administración de Justicia, considerada «retrógrada, caduca y machista».

Poco antes de la siete de la tarde, y en medio de aplausos, se abría paso en la plaza de los Luceros la cabecera de una manifestación que encabezaban dos pancartas. Por un lado, el consabido eslogan, tan coreado estos días, de de «Hermana, yo te creo». Y por otro lado, un cartel que reclama un «Bloque no mixto» donde sólo hubiera mujeres. Según las promotoras de este «espacio seguro para nosotras», el objetivo era crear un símbolo contra la opresión que sentimos como mujeres». Y después de insistir, a medida que se iban incorporando participantes en la marcha a lo largo del paseo de Federico Soto, los colectivos feministas que convocaron la protesta consiguieron crear una zona sin hombres.

Entre cánticos dirigidos al patriarcado y la violencia machista («si tocan a una, tocan a todas» o «no es un caso aislado, se llama patriarcado») , el grueso de la protesta entraba en la avenida Maisonnave, la principal arteria comercial de la ciudad se llenaba de color morado, recuperando el espíritu feminista que se reivindicó el pasado 8 de Marzo. Esas mismas mujeres que ya no se callan, y muchos hombres, y jóvenes y menores de edad, llegaron a ser cerca de 5.000 personas que se dirigieron después por la avenida de Aguilera y la calle Los Doscientos al Palacio de Justicia de Benalúa.

Más protección

Precisamente, entre los eslóganes más repetidos por los manifestantes estaba «la justicia no está ciega, está cara al sol», un mensaje muy repetido donde se trasladaban las críticas «hacia unos jueces que protegen la violencia machista desde hace décadas y que consideran a las mujeres como un ser inferior».

Ni los propios colectivos feministas que convocaron la protesta para ayer sábado en Alicante se esperaban la afluencia tan masiva que consiguieron reunir. «Creíamos que no seríamos más de 500 personas y después de salir a la calle el jueves y el viernes, hemos venido muchísima gente», aseguraba una joven en la cabecera de la protesta.

De alguna forma, Alicante se unía de forma contundente a la ola de indignación que ha recorrido estos últimos días las plazas de las principales ciudades españolas en señal de condena y repulsa a la sentencia judicial contra La Manada. Unas concentraciones convocadas por colectivos feministas y en las que han participaron representantes de partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales. Algunos de ellos acudieron también a la manifestación de ayer, mezclados entre la ciudadanía que ayer cobró todo el protagonismo.