El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) y los colegios de Enfermería de Alicante, Castellón y Valencia, han mostrado su rechazo a lo que consideran una "pretensión de privatización de parte del sistema sanitario público en beneficio del servicio privado de las oficinas de farmacia en clara connivencia entre este y la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública".

Una privatización que, según este organismo, "ya se ha empezado a llevar a cabo con la puesta en marcha del programa Domi-EQIFar". Con este programa, la Conselleria de Sanidad paga a las farmacias por organizar y llevar hasta el domicilio de los dependientes sus medicamentos. Un programa que, a juicio de los enfermeros, "contrasta y resulta un contrasentido con la satisfacción expresada por la propia consellera por la vuelta a la gestión pública del Hospital de Alzira, cuando aquí de lo que se trata es de una externalización de servicios de lo público a lo privado".

Desde la Organización Colegial de Enfermería de la Comunidad Valenciana insisten en que "la pretendida universalidad y accesibilidad del sistema sanitario público hace aguas con este tipo de medidas que suponen que se deje de contar con las enfermeras y médicos del sistema sanitario público en beneficio del sector privado de las oficinas de farmacia". El que los usuarios del sistema sanitario público tengan que pagar por este servicio, "choca frontalmente con la citada universalidad y accesibilidad de la sanidad pública. Con el agravante, además, de que esto sucede para paliar la caída en los ingresos de las oficinas de farmacia".

El Cecova critica en este sentido el planteamiento del reciente Congreso de Atención Primaria de la Comunidad Valenciana, celebrado el jueves en el Colegio de Médicos, "y que ha contado en su programa con una mínima presencia de enfermeras, si bien sí que ha otorgado una relevante presencia y protagonismo a la profesión farmacéutica cuando las enfermeras son unas profesionales clave en la Atención Primaria". Además, "vemos cómo se cuenta en dicho programa en varias ocasiones con la presencia de representantes de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria, cuando dicha “Farmacia Familiar y Comunitaria” no existe como tal".

Para el Cecova, resulta llamativo también "que mientras que las enfermeras tienen su principal ámbito de actuación en la Atención Primaria realizando actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, contando además con una especialidad específica en este campo, la de Enfermería Familiar y Comunitaria, la autodenominada “farmacia comunitaria asistencial” es un movimiento que carece de respaldo legal alguno y de competencias propias y detrás del cual lo que hay es un objetivo mercantilista puro y duro".

Los enfermeros y médicos especialistas en Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria "cuentan con el respaldo y aval de una regulación legislativa y un plan de estudios oficial aprobado por las autoridades sanitarias, mientras que los farmacéuticos que erróneamente se autodenominan “comunitarios asistenciales” se autocalifican como tal sin tener título oficial, ni normativa aplicable, ni control alguno de la Administración sanitaria. Unas circunstancias que nos llevan a plantearnos y a estudiar si se podría estar incurriendo en intrusismo profesional".