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Los divorcios conflictivos irrumpen en las consultas de los pediatras

Los especialistas lamentan que a diario reciben a padres enfrentados que piden informes para arremeter contra el otro o para lograr la custodia

Los divorcios conflictivos están llegando a los pediatras. ISABEL RAMÓN

Se sienten entre la espada y la pared. Los pediatras alertan de que muchos padres en proceso de separación están llevando sus disputas hasta las consultas de los centros de salud. Por eso reclaman a la administración que ponga más medios para evitar este tipo de situaciones. «Es el pan nuestro de cada día, el padre o la madre que viene para que les hagamos un informe en el que se constate que es el principal cuidador del niño; el progenitor que viene a la consulta porque el día anterior estuvo su ex con el niño y no le ha informado de nada o el que llega los lunes porque el niño tiene fiebre y quiere que le hagas un informe diciendo que su ex pareja no ha sido capaz de atender bien al hijo». A estas situaciones se enfrenta todos los días la pediatra Isabel Rubio, presidenta además de la Asociación provincial de Pediatría Extrahospitalaria, quien lamenta no sólo el daño que se hace a los hijos sino también la pérdida de tiempo y la mayor carga burocrática que supone para el personal sanitario. Rubio participó ayer en un taller sobre el ámbito legal del niño y del adolescente, organizado en el marco del II Congreso de Atención Primaria de la Comunidad Valenciana, que se celebró ayer en el Colegio de Médicos de Alicante, organizado por la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria.

Los jueces son también parte afectada. «Yo he llegado a dictar sentencias para decidir si se le pone a un niño una vacuna de pago, si hace la comunión o no o si va a un colegio público o privado», lamenta Virginia Miranzo, magistrada de Juzgado de Familia de Elche.

Miranzo también cree que para no llegar a este tipo de situaciones son necesarios más medios. «Las sentencias son cada vez más detalladas, pero la vida de un niño no puede regularse hasta el último detall. Es necesario otro instrumento». La magistrada apuesta por el modelo que se ha adoptado en Cataluña denominado coordinador de parentalidad. Este profesional es el encargado de poner pautas, establecer estrategias de comunicación y resolución de conflictos entre los padres... «y cuando surge un problema que debe ser resuelto de manera inmediata, el coordinador tiene la autorización del juez para tomar una decisión». Miranzo cree que esta es una buena opción «para que las familias resuelvan conflictos sin tener que recurrir a otras figuras como la del pediatra o la del juez, que en muchas ocasiones no es la más adecuada, sobre todo cuando se requiere inmediatez».

Hace unos años que la Conselleria de Sanidad estableció la obligación de que para pruebas invasivas o para derivar al niño al psicólogo sea necesario el consentimiento de los dos progenitores, lo que no está exento de conflictos «y al final somos los jueces los que tenemos que decidir si ese niño va o no al psicólogo». Lo peor para estas profesionales es que estos conflictos repercuten directamente en los menores,. «Hay niños a los que les da por comer en exceso, a otros por no hacerlo, los más pequeños vuelven a orinarse en la cama, hay problemas de insomnio, de conducta...», detalla Isabel Rubio. En el taller de ayer también participó María Dolores Rubio, trabajadora social del Hospital Virgen de los Lírios Alcoy, quien habló sobre la labor que desarrollan los casos de negligencia con menores,«generalmente por parte de padres inmaduros o con poco soporte familiar o consumidores». Aunque en los últimos años se están poniendo en marcha planes específicos para dar respuesta a estas situaciones, Rubio cree que faltan aún muchos medios, sobre todo escuelas de padres.

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