Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fátima Djarra

«Muchos países mantienen la ablación porque creen que forma parte de su cultura»

«Las consecuencias a largo plazo son muchas: psicológicas, sexuales, físicas», advierte

Además de Djarra, la mesa redonda contó con la presencia de Lourdes Franco, doctora en Medicina; Manuela Laudenia, diplomada en Trabajo Social, y Montserrat Angulo, matrona.

Fátima Djarra es una de las activistas más reconocidas en España en la lucha contra la mutilación genital femenina. Un problema del que Djarra puede hablar en primera persona, ya que con 4 años sufrió esta brutal práctica que desde hace años combate con toda su energía, ahora a través del libro «Indomable».

P¿Por qué se decidió a escribir este libro?

R Llevaba desde el año 2008 trabajando para Médicos del Mundo en Navarra, concienciando sobre este problema, cuando en 2014 me hicieron una entrevista para un periódico de Canarias. Me relajé y por vez primera hablé en primera persona de la ablación. Más tarde la editorial Planeta leyó la entrevista y me ofreció la posibilidad de escribir este libro. Tardé en decir que sí, porque antes viajé a Guinea para hablar con mi familia. Hasta que no reuní a todas las mujeres y me dieron su aprobación no contesté a la editorial.

P¿Qué pretende con esta obra?

R Primero dar voz a las mujeres africanas, que vivien en silencio este problema, asumiendo que la ablación es buena para ellas, un elemento de su cultura que hay que proteger. También mostrar a los hombres africanos el sufrimiento que esta práctica conlleva, y que no se parece en nada a una circuncisión masculina, como muchos la quieren comparar. No tiene nada que ver, en el caso de las mujeres, les cortan el clítoris. También que la sociedad española conozca este problema para que no nos discrimine.

P ¿Cuántas niñas sufren la ablación y qué consecuencias tiene su práctica?

R Se calcula que cerca de 200 mujeres y niñas la han sufrido. Las consecuencias a largo plazo son muchas: psicológicas, sexuales, físicas. Muchas mujeres sufrirán de por vida dolores al menstruar, fístulas que hay que operar, pérdidas de orina. Otras muchas mujeres mueren en el parto.

P ¿A qué edades se practica?

R Entre los 4 y los 15 años, pero ahora se está observando que se practica en niñas más pequeñas, incluso en lactantes. En mi caso fue a los 4 años. Nos separaron a las niñas y nos llevaron a una casa, donde fue mi abuela la que me hizo la ablación. Nos curaron con agua caliente y hierbas y recuerdo que me escocía muchísimo al orinar.

P ¿Por qué cree que se mantiene esta práctica?

R Su origen es desconocido. Cada etnia, país de África o comunidad la justifica de una manera. Unos sitúan su origen en el Egipto de los faraones y otros aseguran que ayuda a la mujer a preservar su pureza y virginidad. Pero lo que realmente esconde es el control sexual de la mujer, que no disfrute, que no goce. El problema es que generalmente en la comunidad todo el mundo piensa que la ablación es buena, cuando realmente no hay ningún beneficio de esta práctica. Otros la vinculan con la religión musulmana, pero en el Corán no dice nada y también se practica en otros países con otras religiones. La religión sustenta la ablación porque le interesa controlar a las mujeres.

P ¿Hay países que se están rebelando ante esta práctica?

R Hay algunos países que empiezan a cuestionarla, pero África es muy grande y muchos piensan que es una práctica cultural y que nadie se puede imponer a la tradición.

P ¿Cómo trabajáis en Médicos del Mundo para combatir esta práctica?

R El gran problema es cuando las familias se marchan de vacaciones a sus países. A lo mejor ellos están en contra de la ablación, pero luego la presión de la familia allí es muy fuerte. Una de las formas de combatirlo, según el protocolo de Navarra, es darle a la familia un certificado firmado por los pediatras y traducido a distintos idiomas advirtiendo de que los padres se enfrentan a penas de cárcel si se detecta un caso de ablación.Si la familia en el país de origen presiona, enseñan ese documento para mostrarles a lo que se arriesgan.

Compartir el artículo

stats