Han «rodado» por aulas de toda la provincia desde hace más de una década, sin olvidar las de Valencia y Castellón también. Con entre 11 y 28 años de experiencia docente, los interinos ven peligrar su trabajo ante una convocatoria de oposiciones de hasta 3.000 plazas para maestros este año y otras 5.000 para profesores de Secundaria el que viene, y otras 5.000 los dos años siguientes hasta 2021.
Desde hoy y hasta el jueves, día 26, los 7.000 interinos de la provincia -12.000 en la Comunidad, están convocados a una huelga por la Coordinadora y el sindicato mayoritario, STEPV. Reclaman estabilidad laboral y un acceso diferenciado que valore su formación y experiencia en las aulas frente a un primer examen eliminatorio con el que, dicen, no pueden competir con quienes acaban de graduarse en Magisterio.
En la casa de Isabel dependen de su sueldo, y la maternidad no se le pasa por la cabeza a sus 36 años por la falta de estabilidad laboral. «Mi marido en el paro y mis padres dependientes, con esta presión no puedo prepararme unas oposiciones» lamenta. Está en un centro Caes, de alumnos con las mayores dificultades socio-económicas, «duro, muy duro, pero de los que me gustan», afirma. La pasión por la enseñanza le lleva a emocionarse, como a Herminia al recordar sus comienzos, divorciada y con una hija de dos años que tuvo que dejar con sus padres y su hermana. A sus 58 años se siente parte de un «colectivo barato», y le duele que no se les reconozca el trabajo.
A Álvaro la suerte no le ha dado para logar plaza en ninguna de las tres oposiciones aprobadas, ni con un 7,3, y solo pide a Marzà que enseñe los números de lo que promete, eso de que «nadie se queda en la calle». Es crítico con el conseller: «Al final actúa como los del PP», se queja. José Ángel añade que no ha dejado de formarse desde el año 2001 y alerta de que los temarios de oposición «ni siquiera están actualizados».