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El ADN de los dos casquillos del caso Sala no coincide con el personal de Novocar

Los restos localizados en una mano de María del Carmen Martínez pertenecen a uno de los sanitarios que la atendió

Panorámica de Novocar tomada el día que se reconstruyó por segunda vez el crimen. rafa arjones

Los restos de ADN que se localizaron en las vainas de los dos proyectiles que acabaron con la vida de María del Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, no pertenecen ni a los trabajadores del establecimiento de automoción donde se produjo el crimen, ni a los sanitarios que acudieron a socorrer a la víctima ni a los agentes de Policía que estuvieron presentes en el lugar de los hechos. Previamente ya se había descartado que fueran de Miguel López, yerno de la fallecida, único sospechoso de su muerte y gerente del negocio familiar.

Los análisis realizados por la Policía Científica descartan así una de las teorías que barajaban los investigadores tras la localizaron de los restos biológicos en los casquillos: que uno de los presentes en el escenario del crimen los hubiera tocado en un descuido y los hubiesen contaminado con su ADN.

Para determinar si esto pudo ocurrir así fue el fiscal José Llor quien reclamó que se cotejaran los restos de las vainas con los de todos los presentes en Novocar aquella tarde del 9 de diciembre de 2016. El listado que confeccionó la Policía Judicial incluyó a los empleados del negocio de automoción (entre ellos la única mujer en la plantilla pese a que los restos eran de un varón), a los sanitarios que fueron a socorrer a la víctima y los policías locales que acudieron antes de que llegaran los efectivos del Cuerpo Nacional del Policía, cuya relación con ese ADN ya había sido descartada.

Los que no se incluyeron

Por contra, en ese listado no se incluyeron otras personas que, según la investigación, también estaban presentes «en las inmediaciones del lugar del crimen».

En el sumario consta que también se encontraban en Novocar dos ciudadanos magrebíes que aseguraron que acudieron al establecimiento porque estaban interesados en comprar un coche, el propietario de un negocio de desguace, que llegó a declarar hasta en dos ocasiones ante la Policía además de hacerlo también ante el instructor, y otro cliente que también prestó declaración en sede judicial. A ninguno de los cuatro consideró la Policía Judicial ni el magistrado José Luis de la Fuente, instructor del caso, que fuera necesario tomarle muestras de su ADN para cotejarlo con el de los casquillos.

Fuentes conocedoras de la investigación explicaron que la ausencia de los nombres de estos testigos se debió a que se había limitado «la escena del crimen» al lavadero donde se encontraba el vehículo en el que la víctima recibió los dos disparos, a dónde no habrían accedido estas personas, según aseguran que declararon todos ellos.

Mano izquierda

El único resultado concluyente de los análisis realizados por el Laboratorio de Biología-ADN de la Brigada de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad es el relativo a los restos biológicos hallados en la muñeca izquierda de María del Carmen, también de un varón, que han resultado ser de uno de los sanitarios que acudieron a auxiliarla. En este caso, ésta era la principal teoría que se barajaba.

Con los resultados de estas pruebas ya en manos del juez, y a expensas de que pudieran ampliarse los cotejos del ADN a esas cuatro personas no citadas en el primer listado, únicamente queda por conocerse el análisis del contenido de los dispositivos electrónicos de Miguel López a los que no se había podido acceder y para los que el sospechoso había facilitado una clave de la que aún se desconoce si ha servido para algo determinante en la investigación. A los que sí se había podido entrar no habían aportado nada relevante.

Mientras tanto, el considerado por el juez, la Policía y el fiscal único responsable de la muerte de María del Carmen Martínez continúa compareciendo todos los lunes en el juzgado, como ayer volvió a hacer, desde que salió de prisión hace más de un año.

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