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Íñigo de la Serna: «Las críticas de Puig a los presupuestos son una forma burda de disfrazar la realidad»

El ministro de Fomento rechaza las críticas del Consell y los empresarios y asegura que la inversión crece un 27%

El ministro De la Serna en el paseo volado del Puerto. PILAR CORTÉS

Íñigo de la Serna (Bilbao, 1971) asistió esta semana en Alcoy a la «reinauguración» del puente Fernando Reig. Asegura que antes del verano volverá para poner la primera piedra de la remodelación de los accesos viarios al aeropuerto. Ministro de Fomento, en los últimos tres años le ha tocado bailar con la más fea por los continuos recortes económicos en el Gobierno. Sin dinero no hay inversiones y, sin éstas, tampoco riqueza. Antes de dar el salto a Madrid, se granjeó la amistad y el respeto de Mariano Rajoy como alcalde de Santander, ciudad en la que peleó para lograr una terminal especial para mover los graneles, modelo que ahora se quiere para Alicante. Admite que antes de las naves cerradas, la fachada de los edificios de la primera línea del mar en Santander amanecía negra un día sí y otro también.

Su presencia en los últimos meses en la Comunidad Valenciana y su buena relación con el presidente Ximo Puig habían despertado una gran expectación ante los Presupuestos para este año, pero al final ha decepcionado. ¿Debe alguna explicación al Consell y a los empresarios sobre las cuentas públicas en materia de Infraestructuras?

Los Presupuestos cumplen íntegramente con todo lo que vamos trasladando. Son mucho mejores para la Comunidad Valenciana que los anteriores porque crecen un 27% y sitúan el nivel de inversión en el entorno de los 780 millones de euros. Ahora, lo esencial es que aquellos que tienen capacidad de influencia en el sentido del voto en el Congreso digan que apoyan unos presupuestos que crecen un 27% o, por el contrario, la otra opción es que prefieran que se prorroguen los anteriores, con lo cual nos quedaríamos con un 27% menos de inversión. Es una decisión que tienen que tomar los que van a votar una enmienda a la totalidad. Además, algo que no dicen los responsables de la Generalitat Valenciana son las dos grandes obras que se van a ejecutar de manera extrapresupuestaria, que suponen más de 680 millones de euros de inversión, y casi duplican el nivel de inversión que se puede movilizar a lo largo del ejercicio.

Entonces, ¿injustas las críticas a las cuentas públicas para este 2018?

Todos los compromisos anunciados tienen sus partidas económicas, pero también es cierto que no se pueden consignar partidas importantes para obras que no cuentan con un proyecto en fase de licitación y/o adjudicación, pues sólo servirían para pintar una cifra amable que nunca se va a ejecutar. Y un ejemplo claro es el de la conexión con el aeropuerto de Alicante-Elche con el ferrocarril, que está en estudio.

Precisamente, el pasado diciembre anunció que el acceso del ferrocarril desde Alicante y Elche al aeropuerto costará 85 millones, pero cuatro meses después en los Presupuestos no hay un euro. Una inversión total para la Comunidad Valenciana de 1.436 millones de euros de los que este año sólo se destinan 55,7 millones de los 576 millones del conjunto de España. ¿Nos plantamos en 2044?

Efectivamente, en diciembre hablamos de llevar a cabo como primera parte del Plan de Cercanías ferroviarias la primera fase de lo que se conoce como Variante de Torrellano, con 85 millones de euros para acercar el tren, pero todo el mundo sabe que no se dispone ni de un proyecto siquiera para llevar a cabo esa actuación. Tampoco hay, por tanto, una evaluación ambiental.

Explíquese.

Dicho de otra manera, para llegar a consumir ese proyecto necesitamos la remisión a Medio Ambiente de la declaración de impacto ambiental simplificada, la obtención de la misma, la finalización del estudio informativo, la licitación del proyecto completo de construcción, la redacción del mismo y la licitación de las obras. Era materialmente imposible ejecutar este año un metro lineal de esa actuación por el tema de los trámites. Esto es normal que no lo conozca el ciudadano, pero lo conocen a la perfección los responsables públicos. Por eso, lamento profundamente que los que conocen perfectamente el tema de los trámites, y saben que no se puede realizar la actuación en 2018, estén manipulando a la opinión pública trasladando la idea de que no hay consignación y por tanto hay ausencia de compromiso. Invito a cualquiera a que me recuerde si he mencionado en algún momento la ejecución en 2018. Sencillamente no se puede.

En diciembre todo parecía más fácil cuando se anunció el plan a bombo y platillo.

El Plan de Cercanías es muy ambicioso con una batería muy importante de actuaciones. El presidente Puig traslada que como la anualidad de 2018 es la que es, limitada, el plan nos lleva a una fecha superior a 2025. Francamente, me ruboriza escuchar eso del presidente. Tengo una magnífica relación con Ximo Puig, pero debemos tener lealtad institucional y el plan de cercanías está consensuado con el Consell, y ahí esta la reunión a los seis meses para ver el nivel de seguimiento. Puig conoce perfectamente, por ejemplo, que muchas de las grandes obras requieren de un proyecto. Lo sabe perfectamente, como en el caso del tramo ferroviario Gandia-Oliva. Por eso, sus ataques me parecen una forma muy burda de manipular la realidad.

¿El presidente Ximo Puig está siendo desleal?

Lo que estoy diciendo es que el presidente Puig conoce que es ilegal empezar una obra sin declaración de impacto ambiental. Sin embargo, traslada, sin rubor, que hay proyectos, que no tienen declaración y no tienen por tanto asignación presupuestaria, que tendría que tenerla como si la tuviera. Eso me parece una tergiversación profunda de la realidad de las infraestructuras. Animo a Puig a que me diga en qué estamos incumpliendo los compromisos. Con lo que está trasladando en el tema de las infraestructuras no está a la altura de lo que un responsable público debiera asumir como responsable público. Puig no puede decir que no estamos cumpliendo los compromisos. Si hay uno que diga cuál. No decimos que hay obra cuando no se puede hacer. Los presupuestos suben un 27% y lo que tendría que hacer el presidente Puig es llamar a su partido y decirle que entre la opción de prorrogar los presupuestos, que puede llegar a pasar si sale adelante la enmienda a la totalidad, o aprobar una subida del 27%, hay que quedarse con ésta. En su mano está, no en la mía.

¿Puede avanzar cómo quedarán finalmente las cercanías entre Elche y Murcia cuando llegue el AVE, ya que ocupará parte de la plataforma actual?

El compromiso de llegar con la solución provisional -la definitiva será el soterramiento- es que a comienzos de agosto podamos iniciar el periodo de circulación en pruebas entre Monforte, Elche y Murcia y se va a cumplir. ¿Qué tipo de afección en las cercanías? No va a haber afección porque se combinan los dos anchos. Desde Callosa a Murcia permite la doble circulación. Coexistirá la vía de ancho ibérico con la de ancho internacional. De tal forma que todos los servicios se podrán prestar sin problemas. De Monforte a Cox también hay doble vía.

Otro de sus anuncios estrella a final de 2017 fue la reactivación de las cercanías entre Alicante y Villena. ¿Tiene fecha?

Se están haciendo todos los preparativos por parte de Renfe. Es necesario firmar el acuerdo. Estamos negociando ese contrato de Obligación de Prestación del Servicio Público aprobado por el Consejo de Ministros para, por ejemplo, la compra de trenes. Confío en que esta misma primavera el contrato esté firmado e inmediatamente después pondremos en marcha la ampliación de los servicios para el verano.

También ha habido frustración al conocer que las grandes obras viarias se quedan para 2019 y 2020, coincidiendo con años electorales. Caso de la remodelación de la N-338 de acceso al aeropuerto, con dos millones presupuestados de los 30 que cuesta el proyecto.

Las obras empiezan antes del verano. Una cosa es la consignación y otra que se pueda retrasar. No sucederá nunca. Es más, si la ejecución necesita mayor parte económica se hará porque existen los mecanismos correspondientes. El Ministerio de Fomento va reajustando partidas continuamente.

Cien mil euros para la variante de Torrevieja. Cierto que era una obra del Consell pero ¿tras asumirla Fomento no le parece corta la asignación?

Me llama mucho la atención que los que critican ahora los pasos que vamos dando fueron los que abandonaron esa actuación. Les salvamos los muebles y ahora consideran que hay que hacer lo que ellos no quisieron hacer y mucho más rápido. En Torrevieja cumplimos con todos los compromisos. Hemos asumido la obra y hemos iniciado los trámites del proyecto. La Mesa de Adjudicación se reunió el 9 de abril y en mayo vamos a firmar el contrato con la empresa que tiene que redactar el proyecto. Si en mayo vamos a firmar el contrato para la redacción y después habrá un periodo de información pública y expropiaciones, cómo es posible invertir o gastar dinero en la ejecución. Es completamente imposible, y me hace gracia la actitud de los que afirman ahora que como no hay dinero para la obra hay discriminación y estamos retrasando la obra. De nuevo falsean la realidad con fines partidistas. El dinero consignado para la variante de Torrevieja es el necesario para cumplir el compromiso. Cosa que no quiso hacer el gobierno autonómico.

Al final la gran obra viaria, la ampliación de la A-7 entre Alicante y Murcia queda a expensas del riñón de la iniciativa privada (600 millones). ¿No es un riesgo?

Todo lo contrario. Lo que nos estamos encontrando es un aluvión de empresas y fondos interesados en presentarse a estos proyectos. Hay hambre de obras del plan y ya hay alianzas pendientes de que salga el pliego de condiciones de la obra. No nos preocupa en absoluto. Vamos a recibir más oferta que las habituales en una obra pública. No sólo no es riesgo sino que es garantía. Entiendo que, precisamente, el riesgo podría producirse si fiáramos esta obra exclusivamente al presupuesto ordinario. No podríamos asumirlo. En semanas saldrá al BOE esta actuación.

¿Y en tiempo?

Hay que esperar a ver cómo vayan las obras Moixent-l'Alcúdia que se han retrasado.

Tren de la Costa. Dinero para la conexión València-Dénia. ¿Y el tramo alicantino?

Me asombra que haya quien diga que no hay consignación económica cuando,vuelvo a repetir, estamos con la declaración de impacto ambiental porque el proyecto de ampliación de la vía de Cullera a Gandia no se puede tramitar hasta que no haya declaración de impacto. Es que lo marca la ley. Estamos acelerándolo todo. Cuando la tengamos favorable en todo el conjunto acometeremos todos los proyectos de una vez porque sino estaríamos fuera de la legalidad.

¿Puede avanzar cuál será el régimen de explotación de la AP-7 entre Alicante y València a partir de enero de 2020? ¿Contempla mientras tanto algún tipo de ayudas al peaje en tramos conflictivos de la N-332 como el cruce de Benissa? Otras comunidades lo hacen.

No vamos a prorrogar el contrato de concesión. Cuando venza el plazo esa autopista pasa al propietario del bien, que es el Estado. Por lo tanto, el Gobierno deberá determinar en su momento cuál es el modelo. Decisión que todavía no se ha tomado, no está decidida.

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