¿Su llegada a la Alcaldía cierra el debate sobre quién será el alcaldable del PP en las elecciones municipales de 2019?

Es un debate en el que no estoy.

Pero existe. Hasta ahora, usted y el subdelegado del Gobierno, José Miguel Saval, se posicionaban como los favoritos en el partido.

Existe el debate porque por un lado había un liderazgo en la labor de oposición, que ahora se convierte en Alcaldía, y obviamente es una referencia. Y por otro lado es legítimo que otras personas quieran optar al cargo o que otros apuesten por otros candidatos. Si antes me preocupaba poco, ahora lo hace nada.

¿Eso es así porque ya se siente seguro como alcaldable del PP para las municipales?

No, es porque tengo una responsabilidad que he asumido, de trabajar por y para Alicante, que no me permite estar en otras batallas. Aunque es una obviedad que si se trabaja bien, como hasta ahora, la cosa queda blanca y en botella.

Vamos, que desea serlo. Ahora será alcalde un año y querrá seguir cuatro años más...

Siempre he dicho que me gustaría ser alcalde de Alicante, y tengo un año por delante. Pero sabe a poco, querría desarrollar un proyecto con la oportunidad de demostrar más cosas. Claro que sí.