Georgia Hannay ha sido durante unas semanas la sombra de dos enfermeros del centro de salud Santa Faz-Ayuntamiento. Con ellos esta estudiante escocesa de Enfermería ha aprendido a sacar sangre o a curar heridas, algo que en su país no podrá hacer hasta que no termine sus estudios. Precisamente el elevado número de prácticas que hay en España la convierten en un destino ideal para estudiantes de Enfermería de media Europa, que vienen a través de becas Erasmus para aprender técnicas que necesitarán en un futuro para trabajar. Por el centro de salud de Santa Faz-Ayuntamiento han pasado estudiantes de Portugal, Noruega o Finlandia.

«Aquí toda la formación está muy enfocada a la práctica, algo que no ocurre en otros países como Inglaterra, donde al terminar la carrera y para ejercer su profesión se tienen que acreditar en determinadas técnicas, como sacar sangre, algo que aquí aprenden los estudiantes en primero de carrera», explican Juan Molina y Antoni Pastor, enfermeros del centro de salud Santa Faz-Ayuntamiento y profesores de Enfermería en el CEU y en la Universidad de Alicante.

Los estudiantes extranjeros de Enfermería que escogen la provincia realizan sus prácticas tanto en el Hospital General de Alicante, como en el de Sant Joan y en la clínica Vistahermosa, rotando por distintos servicios, como Pediatría, Psiquiatría o Medina Interna. Recientemente el centro de salud de Santa Faz-Ayuntamiento, dependiente del departamento del Hospital de Sant Joan, se ha sumado a estos programas de formación, convirtiéndose en el primero de la provincia en acoger estudiantes erasmus.

Georgia ha estado un mes de prácticas. A punto de regresar a su país, a finales de este mes, reconoce estar encantada con la gran cantidad de prácticas hechas que se lleva en la maleta. «El sistema aquí es muy distinto al de mi país, donde son los médicos los que habitualmente sacan sangre. Las enfermeras en España hacen muchas más cosas», explica esta joven estudiante. En este sentido, cree que su estancia en nuestro país va a pesar mucho en su currículum a la hora de buscar empleo, «seguro que va a influir en mi futura carrera profesional», añade Hannay, quien añade que lo único que ha echado de menos es comunicarse más con los pacientes. «A mis compañeros en la universidad les recomendaré que vengan a España, pero dominando más el idioma». No obstante, reconoce que el no poder establecer una conversación completa con los pacientes le ha hecho prestar más importancia a la comunicación no verbal, «por lo que he desarrollado mucho más el ojo clínico».

La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Alicante recibe cada año a una veintena de estudiantes de Enfermería y Nutrición procedentes de otros países de Europa, según datos aportados por Manuel Lillo, coordinador de Movilidad Internacional de la Facultad de Ciencias de la Salud. Para ello, la facultad tiene acuerdos con universidades de Inglaterra, Noruega, Suecia, Portugal, Italia, República Checa, Eslovenia, Polonia, Francia y Finlandia. Otros 35 alumnos de Alicante viajan también a estos países para completar su formación.

De momento, la rotación está focalizada en tres centros hospitalarios y un centro de salud, dado que las tutorías «son muy específicas y requieren de cierto nivel de idiomas, que a veces es difícil encontrar», señala Lillo.