Dos de los problemas en los espacios comunes del barrio que más preocupan a los vecinos son el mal estado del suelo, con baldosas rotas que pueden provocar caídas, y el deterioro del campo de fútbol que les impide celebrar allí las actividades escolares. «Iban a arreglarlo pero tampoco han hecho nada y cada vez está más roto y estropeado», afirma Lisardo Gabarre.