Las nuevas pruebas que se incorporarán a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) a partir del mes de junio en el caso de la provincia de Alicante endurecerán los exámenes de seguridad de los vehículos. El objetivo es detectar a los más contaminantes, entre ellos los que han sufrido manipulaciones en sus centralitas para evitar el coste del mantenimiento de los sistemas anticontaminación, es decir, de los catalizadores, sistemas de depuración de gases y filtros, un gasto que puede superar los 900 euros. En este sentido, los vehículos que se pueden ver más amenazados son los diésel con una antigüedad superior a los 20 años. En la provincia hay más de 72.000 turismos que están en riesgo de desaparecer con esa nueva ITV más dura, a la vez que más cara que la actual.

Con las más estrictas revisiones que progresivamente se irán incorporando en todo el territorio nacional, se pretende evitar fraudes sobre todo en vehículos diésel de propietarios que piden a sus mecánicos que desconecten el filtro de partículas o las válvulas de recirculación de gases. Los vehículos serán conectados durante las nuevas pruebas a máquinas de diagnosis que, mediante sistemas electrónicos e informáticos, verificarán la electrónica interna para evitar fraudes en las emisiones.

Tradicionalmente, el 60% delos turismos que pasaban la inspección técnica eran diésel, según estimaciones del director de zona de Applus ITV Alicante. Pero cada vez menos conductores optan por los vehículos con gasoil y se han igualado: un 50% son de gasóleo y un 50% de gasolina. Según este responsable de la ITV, algunos fabricantes están abandonando los coches diésel, y optan más por gasolina e híbridos, que utilizan también este combustible.

La antigüedad media del parque automovilístico alicantino es de 10,3 años, pero va subiendo. Los más viejos son los camiones, con 11,3 años de media. Le siguen los ciclomotores, con 12,5 años; luego las furgonetas, con 10,7 años; los turismos, con 10,2 años de antigüedad media, y lo más nuevo son las motocicletas, con 8,8 años. «A partir de los 4 años el coche tiene que pasar la inspección y cada vez detectamos más fallos, la gente no mantiene los vehículos como antes».