Un 14 de Abril para el recuerdo. La conmemoración de la II República Española, de la que ayer se cumplían 87 años, sin dejar de tener el tinte reivindicativo de otros años, se centró más en honrar la memoria de las víctimas que dejó la Guerra Civil en Alicante. Las más de 300 personas que se sumaron ayer a los actos organizados por diversos colectivos de izquierdas detuvieron su marcha en tres puntos muy señalados para la historia de la ciudad de Alicante, el Mercado Central, el Puerto y el Campo de los Almendros, tres enclaves donde murieron cientos de personas que defendieron el bando republicano.

Tras una «caravana republicana» en la que participaron varios vehículos recorriendo calles de la ciudad, poco después de las 11.30 partía de la Plaza de Toros la manifestación, encabezada por una pancarta con el lema «Por la república de la clase trabajadora», que sujetaban los representantes de los sindicatos (CCOO, UGT y STEPV), partidos políticos (Esquerra Unida, Podemos, el Partido Comunista de España, República en Marcha y el Partido Comunista de los Pueblos de España), así como las Marchas de la Dignidad, la Asociación de Amistad con Cuba, el Colectivo Antifascista de Alicante y Foro por la III República. En esa primera fila estaban la diputada de Podemos, Rita Bosaho, el coordinador local de Esquerra Unida, Luis Fernando Sevilla, y los líderes sindicales Yaissel Sánchez (UGT) o Pepo Ruiz (CCOO).

La primera parada de la marcha fue en Mercado Central, donde se detuvieron ante la placa que recuerda a las más de 300 víctimas civiles que ocasionó en Alicante el bombardeo de la aviación italiana fascista del 25 de mayo de 1938. Allí depositaron unas flores y siguieron su marcha entonando consignas en defensa de la República y en contra de la Monarquía como «¿donde están los votantes del borbón?» o «España mañana será republicana y si es lista, será socialista».

Después de recorrer la Rambla y la Explanada, llegaron al Muelle de Levante, donde hace una semana se homenajeó al capitán del Stanbrook, Archibald Dickson. Ante el busto del este marino galés que salvó a cerca de 3.000 republicanos que consiguieron huir en barco desde Alicante hasta Orán, se leyó un manifiesto donde se criticaba «la profunda crisis del Estado, continuador del Franquismo y consolidado con la Transición, que ha empobrecido a las clases trabajadoras». Los organizadores de la jornada reclamaron configurar «una alternativa republicana» que luche por «un trabajo sin precariedad, por la erradicación del patriarcado, contra la 'Europa Fortaleza' que convierte el Mediterráneo en la mayor fosa común de la historia, por una sanidad y educación públicas y gratuitas, y por unas pensiones que permitan un nivel de vida digno». Por todo ello, reivindicaron activar un proceso constituyente hacia la III República.

Con las notas del Himno de Riego tocadas con dolçaina finalizó el acto en el puerto. La parte más lúdica de la jornada se dejó para comida popular en el Campo de los Almendros, donde fueron concentrados y encerrados los presos republicanos una vez acabó la guerra.