El nombre de próximo alcalde o alcaldesa de Alicante no se conocerá, como pronto, hasta el próximo martes. Finalmente, la credencial necesaria para que el socialista Miguel Castelló tome acta como nuevo concejal del Ayuntamiento no llegó ayer a tiempo desde Madrid, por lo que el documento emitido por la Junta Electoral Central no se registrará hasta el próximo viernes. Esa circunstancia, según explicaron fuentes municipales, obliga a que la Junta de Portavoces no se pueda celebrar hasta el lunes y, en consecuencia, el pleno se tenga que convocar, apurando plazos, el próximo martes 17 de abril.
Este escenario, cuando todo estaba previsto para que el pleno se celebrase este mismo sábado, no viene nada mal al PSOE, al que le siguen sin salir las cuentas. Y es que a la socialista Eva Montesinos le continúa faltando un voto para asegurarse su investidura, tras el «no» firme de Ciudadanos, la negativa del tránsfuga Fernando Sepulcre (ex de Ciudadanos, que da soporte al gobierno del PP en la Diputación), que sigue defendiendo un gobierno de concentración liderado por él mismo como una propuesta «coherente», y las dudas que no ha despejado la otra tránsfuga, Nerea Belmonte, a quien le espera en Alcaldía desde ayer la documentación que pidió durante la reunión celebrada el pasado miércoles, enclavada en la ronda de negociaciones del PSOE con la oposición.
Belmonte, según explicó a su salida del encuentro, había requerido más documentos sobre algunos planes previstos por los socialistas, sobre todo relativos a Urbanismo y Acción Social, para lo que resta de mandato municipal en el caso de que Montesinos se convierta en la próxima alcaldesa.
Más allá de la hoja de ruta programática, a Belmonte le preocupa su sueldo y sus condiciones políticas, es decir, poder cobrar como el resto de concejales y tener la capacidad de presentar mociones en el pleno, dos cuestiones que a día de hoy prohíbe el Reglamento Orgánico de Pleno (ROP).
Ese documento, aprobado en septiembre de 2011 durante el gobierno de la popular Castedo, recoge que «los miembros no adscritos no podrán ostentar el régimen de dedicación exclusiva, ni de dedicación parcial». Sepulcre, el otro tránsfuga, está a sueldo en la Diputación, donde sostiene el gobierno del popular César Sánchez. La modificación del ROP corresponde al pleno, por lo que el PSOE necesitaría el apoyo de sus dos exsocios de gobierno para poder desbloquear el sueldo de Belmonte. En el PSOE son optimistas con Compromís y más escépticos con que Guanyar, que expulsó a Belmonte del grupo municipal a principios de 2016 por adjudicar contratos menores a una empresa de su entorno, dé luz verde a la recuperación de la remuneración. En la marca blanca de EU, como es habitual, existen disparidad de opiniones: miembros que se niegan a darle sueldo a Belmonte y otros que lo ven un mal menor, teniendo en cuenta que el voto de la ex de Guanyar se adivina clave para evitar que el PP regrese al gobierno municipal de Alicante tres años después de ceder la vara a la izquierda.
