Segunda versión en 24 horas. El exconcejal del Partido Popular, Antonio Sobrino aseguró ayer a través de una red social que las sillas que lucen en la terraza de su bar «no son de la Explanada», sino una imitación de los modelos de asientos del emblemático paseo alicantino. El empresario se desdice de este modo de la versión que ofreció el lunes por la tarde cuando aseguró a este diario que las 20 sillas que hay en su terraza fueron un regalo que le hizo el pasado mes de agosto Isidro García, gerente de Isjoma, la empresa que anteriormente tenía adjudicado el contrato de las sillas de la Explanada. Una versión corroborada por el entorno de García, quien al parecer tiene un elevado stock de sillas desde que finalizó su relación contractual con el Ayuntamiento.

«Se pretendía dar un homenaje a la ciudad con elementos de la misma, imitando los modelos existentes», señala el ex edil en su perfil de Facebook. En esta red social también muestra el papel, a modo de aval, que recibió de la empresa Isjoma en el que se detalla la cesión a coste cero de «20 sillones Explanada tapizados en rojo». Este papel, según explicó el lunes Sobrino, le fue entregado por el gerente de Isjoma «para que no me toquen las narices más de lo necesario».

Lo que no aclara Sobrino es por qué la mayor parte de las sillas que amueblan la terraza de su negocio, ubicado en la avenida de la Constitución, tienen rascado el sello en el que puede leerse la frase: «Propiedad del Ayuntamiento de Alicante. Uso exclusivo en la Explanada».

Los hechos fueron puestos el lunes en conocimiento del Ayuntamiento, a través de una denuncia por registro hecha por la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional de Alicante, que pide que se investigue la procedencia de estas sillas.

Pese a esta denuncia vecinal, el Ayuntamiento de Alicante da por válida de momento la versión de Sobrino de que las sillas fueron un regalo del empresario de Isjoma y sólo le va a pedir que borre el rótulo del Ayuntamiento de todas las sillas que amueblan su terraza. «Hoy mismo -por ayer- mandaremos un oficio a Antonio Sobrino para que retire el rótulo de todos los asientos, de manera que no pueda llevar a confusión», señaló ayer la edil de Infraestructuras, Gloria Vara. Sobre la procedencia de las sillas, Vara señala que «en su momento el Ayuntamiento compró a esta empresa un número determinado de sillas que están bajo control, pero una vez rescindido el contrato, el empresario pudo quedarse con un número de sillas».