El Ministerio de Fomento tiene previsto convocar antes de que acabe abril el concurso público para adjudicar el proyecto para la remodelación y ampliación con un tercer carril en sentido el tramo de 72 kilómetros que separa Crevillent y Alhama de Murcia con un coste estimado de 626 millones de euros. De esta forma, el ministro Íñigo de la Serna trata de compensar el fiasco que ha supuesto para la provincia el proyecto de Presupuestos del Estado para infraestructuras en 2018, que ha dejado fuera, por ejemplo, la partida para la conexión ferroviaria del aeropuerto con Alicante y Elche el tramo del Tren de la Costa entre Alicante y Dénia. Además, salvo la variante de Benissa -obra que acumula años de retraso- el esfuerzo inversor es mínimo en otra obra clave, como es la mejora de los accesos viarios al aeropuerto por la N-338. Para este año sólo hay dos de los 30 millones que cuesta.

Para compensar, Fomento lanzará en breve el contrato del Eje Norte-Sur de Murcia, una vía de 32,8 kilómetros de longitud y presupuestada en 305 millones de euros, y el tramo de A-7 entre Crevillent y Alhama (Murcia).

Los contratos de estos dos nuevos tramos de carreteras serán así los primeros proyectos concesionales, esto es, que se abordarán junto con el capital privado, que salen a concurso en España en al menos una década, desde antes de la crisis económica. El programa se costeará mediante el denominado sistema de pago por disponibilidad. En virtud de este modelo, las constructoras que se adjudican las obras adelantan los recursos necesarios para su construcción, que posteriormente recuperarán cobrando un canon anual de la Administración durante el periodo de explotación de la vía. No obstante, contará también con fondos europeos y del BEI.

La obra se ha dividido en cuatro tramos: Tercer carril en el tramo Crevillent-Orihuela (17 kilómetros); tercer carril entre Orihuela y Fortuna (14 kilómetros); Arco Norte en Murcia (17 kilómetros de nueva construcción y tercer carril entre Alcantarilla y Alhama.