El Ministerio de Agricultura tiene previsto que los primeros 20 hm³ del trasvase Tajo-Segura comiencen a llegar a la provincia a finales de la próxima semana en un proceso que se desarrollará ininterrumpidamente y en una sola tanda hasta final de mes, coordinado por la Confederación del Segura. Se ha descartado, en principio, la fórmula de adelantar el agua de la propia cuenta dada la precaria situación de los embalses, algo que se había hecho en otras ocasiones. El agua se distribuirá de forma directa tras once meses de cierre. La previsión del Ministerio en aplicación de la Ley de Calidad Ambiental -paradójicamente el polémico mermorándum que obligó a cerrar la transferencia es ahora el que avala legalmente que se pueda enviar el agua pese al escenario de presiones- es trasvasar 60 hm³ hasta junio, siempre que la reserva no descienda de 400 hm³. Ayer, los embalses de Entrepeñas y Buendía almacenaban 477 hm³.

La reapertura trasvase Tajo-Segura, según la resolución publicada ayer en el BOE se adopta «en cumplimiento de los acuerdos adoptados» por la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, que se reunió el pasado 3 de abril. El informe aprobado en esa comisión definió la situación hidrológica como excepcional y la calificó como «nivel 3», porque el volumen de existencias efectivas en el conjunto de embalses Entrepeñas-Buendía, en la cabecera del Tajo era el 1 de abril de 463 hm3. Es decir, superaba los 400 hm3 a partir de los que se puede permitir un trasvase.

El Ministerio de Agricultura toma la decisión «constatada la situación hidrológica excepcional, nivel 3, en abril», en función de los volúmenes de existencias en los embalses de Entrepeñas-Buendía a principios del mes y considerando «las aportaciones previsibles para los próximos meses», tal y como especifica la resolución.

El último trasvase se desde los embalses Entrepeñas-Buendía al Segura se autorizó el 10 de mayo de 2017, por un total de 7,5 hm3.

La asociación agraria Asaja-Alicante consideró ayer, por su parte, la activación del Tajo-Segura una buena noticia para los agricultores del sur de Alicante, ya que esta agua permitirá salvar las plantaciones de primavera y verano que muchos ya veían perdidas como cítricos, hortícolas, melón o sandía, aunque no permitirá hacer plantaciones nuevas ni tener algo de certidumbre con respecto a la próxima campaña de invierno. Los daños de este año hidrológico ya están hechos y Asaja ha contabilizado mermas en el limón de la Vega Baja de un 30%, lo que supone la pérdida de unos 80 millones de kilos de la campaña 2017/2018.

En cuanto a las hortalizas se ha perdido el 50% de la cosecha en las zonas de Callosa del Segura, Catral, Cox, Albatera... En Orihuela las mermas ha sido algo más desiguales, porque sí hay zonas donde puntualmente el agricultor ha podido regar, aunque sea a cuentagotas o con agua de baja calidad. Aun así, las pérdidas de la alcachofa rondan el 30%.

«No hay mayor desesperación para el agricultor que haber invertido y cuidado su cosecha y ver como la falta de agua, no porque no haya en los ríos de España, sino por la inoperancia política, está arruinando las cosechas y secando todos los árboles y nuestra huerta», denunció ayer el presidente de Asaja, Eladio Aniorte.

El presidente de Asaja reclamó, en este sentido, la «interconexión de todas las cuencas porque en España hay agua como lo demuestra que todos los años los ríos viertan 50.000 hm3 al mar. Sólo pedimos mil». Asaja considera este trasvase es sólo un «parcheo» puntual al déficit estructural de Alicante. «Es importante que se reestablezcan las cesiones del agua del Tajo al Segura, que llevan paralizadas 11 meses y están sumiendo al campo del sur de la provincia en una situación agónica e innecesaria ya que, además, desde hace semanas, las reservas del Tajo se han incrementado debido a las lluvias».