Dos veces en apenas un mes. La Policía Local tuvo que paralizar de nuevo ayer la tala indiscriminada de un bosque de eucaliptos en la huerta alicantina, en la zona de la Condomina, concretamente en el Camí de l'Horta.

El primer episodio ocurrió el pasado 5 de marzo cuando varios operarios arrasaron con centenares de ejemplares, aproximadamente un tercio de los existentes. Entonces la Policía Local y Medio Ambiente paralizaron los trabajos tras comprobar que el propietario sólo disponía de un permiso para podar las ramas que caían hacia la carretera y podían suponer un peligro para la circulación.

Fueron vecinos de la zona quienes avisaron de lo que estaba ocurriendo. Ayer se repitió la historia, aunque esta vez en lugar de maquinaria pesada estaban utilizando varias motosierras. Alarmados, los vecinos avisaron a la Policía Local, que se personó en el lugar y volvió a paralizar la tala cuando ya habían caído unos cincuenta árboles más.

Los eucaliptos no están considerados como especie protegida, pero los vecinos aprecian este pulmón verde formado por centenares de ejemplares con medio siglo de vida junto a las torres del Conde y de Reixes. Además, destacan que gracias al arbolado han anidado varias especies de aves.

Fuentes municipales confirmaron ayer que el propietario del terreno no ha solicitado la licencia necesaria para la tala de arbolado prevista en la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP) en este espacio de tiempo transcurrido entre una y otra tala.

Sospecha

La única documentación presentada, según informaron las mismas fuentes, consiste en unos papeles en los que la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio le informa de que este organismo no es competente para otorgar permiso en este caso al no estar esta masa arbórea dentro del patrimonio forestal.

Los vecinos temen que pese a estas dos paralizaciones el bosque desaparezca en su totalidad si tras esta tala existen intereses urbanísticos. «Los operarios no se han ido una vez que la Policía ha paralizado los trabajos y no nos extrañaría nada que en cuanto nos vayamos los vecinos que estamos por aquí sigan cortando árboles», señalaba uno de los residentes en la zona.

Tras el episodio de la primera tala, la concejal de Urbanismo y alcaldesa en funciones, la socialista Eva Montesinos, aseguró que el propietario «tendrá que restablecer la situación anterior, plantando otros árboles iguales o similares».