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Puig pide a Montesinos un «cambio de talante» y ampliar el gobierno

El jefe del Consell comparte un café en València con la alcaldesa de Alicante en funciones

Puig pide a Montesinos un "cambio de talante"

Apenas unos días después de iniciarse la salida de Gabriel Echávarri de la Alcaldía con una delegación de funciones a Eva Montesinos antes de que se produzca la renuncia definitiva del todavía primer edil el próximo 9 de abril, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mantuvo ayer un encuentro en València con la ya candidata socialista. El jefe del Consell y secretario general del PSPV le trasladó, en un tono de cordialidad y una vez que la marcha de Echávarri de la primera línea ha destensado mucho la situación política interna, tres cuestiones sobre el futuro del socialismo alicantino: respaldo absoluto a su candidatura para retener el gobierno, colaboración en la negociación y, sobre todo, la petición de que se produzca un giro de 180 grados a la imagen del consistorio alicantino. Un cambio de talante con otra visión respecto a la etapa de Echávarri que, al menos esa es la apuesta de Puig, se tiene que completar ampliando el gobierno con los ediles de Compromís.

Ayer por la mañana, el jefe del Consell recibió una llamada telefónica de Montesinos, que se encontraba en València, y con posterioridad se acercó hasta el Palau de la Generalitat. Ximo Puig compartió un café durante unos minutos a solas con la alcaldesa en funciones de Alicante y, con posterioridad, se sumó a ese encuentro José Muñoz, secretario de Organización del PSPV y la persona a la que Puig ha encargado las negociaciones de la crisis política alicantina. De la conversación entre Puig y Montesinos, según fuentes conocedoras de los contactos, se desprende que el termómetro de la tensión en el socialismo alicantino se ha reducido notablemente a la par que Echávarri ha desaparecido de la primera escena política con su abandono en diferido de la Alcaldía de la ciudad y también con su relevo en el liderazgo de la cúpula de los socialistas alicantinos con su doble procesamiento -fraccionamiento de contratos de Comercio y despido de la cuñada de Luis Barcala- a cuestas.

El mensaje que Puig trasladó a Eva Montesinos se concentra en tres patas. La primera es el respaldo total y absoluto que la dirección del PSPV le concede como aspirante a la Alcaldía. En el fondo, después de la marcha de Echávarri, el jefe del Consell sabe que está en manos de la iniciativa política de Montesinos para normalizar la situación de Alicante, un territorio clave para las elecciones autonómicas y municipales de 2019. La segunda cuestión, obviamente y muy ligada a la anterior, tiene que ver con el respaldo total y absoluto que la dirección de los socialistas valencianos va a prestar a la ahora vicealcaldesa para que se haga con el gobierno local. Eva Montesinos acudirá a las reuniones en las que participará también el propio José Muñoz para cerrar un acuerdo de investidura.

La intención de los socialistas es seguir negociando con los grupos de la oposición -Compromís, Guanyar y Ciudadanos- y con los dos tránsfugas: Nerea Belmonte, de Podemos; y Fernando Sepulcre, elegido en su día por las listas de Ciudadanos. Con ello, el PSPV deja fuera de las conversaciones al PP, que formalizó una moción de censura ante notario contra Echávarri tras el segundo procesamiento del alcalde que, como ya publicó este periódico, estaba condenada al fracaso. El PSPV da por hecho que tendrá los votos de Compromís y ya tanteó a Guanyar, que también parece dispuesto. Jose Muñoz se ha visto, al menos, en dos ocasiones con Nerea Belmonte, que pide un salario y capacidad de iniciativa política. En todo caso, de fracasar todos los contactos para investir a Montesinos y de no lograr los quince votos que conceden la mayoría absoluta, la Alcaldía pasaría de forma automática a Luis Barcala, aspirante del PP, como la fuerza más votada. Una vez se sustancie la salida de Echávarri de la Alcaldía el 9 de abril se abre un plazo de diez días para aceptar su renuncia y sustituirlo por Miguel Castelló, séptimo en la lista del PSPV en las locales de 2015. Y luego tendrán que pasar otros diez días más para elegir un nuevo primer edil.

El tercer mensaje que le trasladó Puig a Eva Montesinos tiene que ver con la necesidad de imprimir un «cambio de talante» al gobierno municipal después de la etapa de Echávarri, marcada por la inestabilidad, los conflictos y una acción política incontrolable. El jefe del Consell está convencido de que, con algo más de un año por delante, Eva Montesinos tendría tiempo para intentar lavar en parte la imagen socialista en Alicante con una acción municipal normalizada y apoyada por iniciativas que tiene la Generalitat en la ciudad. Por eso, en València valoran en positivo los contactos que la vicealcaldesa ha mantenido ya con otros concejales para recomponer relaciones. Y, en este sentido, el presidente Puig considera necesario, para garantizar la estabilidad, ampliar el gobierno de seis ediles del PSPV incorporando, al menos, a Compromís, que está dividido sobre el camino que se debe tomar.

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