Conforme se acerca el Domingo de Ramos, que se celebra mañana abriendo la Semana Santa de Alicante, los pasillos del colegio Jesuitas se decoran con carteles y banderines de Semana Santa, y cada año se diseña una pulsera conmemorativa con algún motivo relacionado con la procesión de Jesús en Samaria, la Oración en el Huerto y la Virgen de la Paz. También se celebran charlas de motivación. Los pasos pertenecen a la hermandad madre del Cristo del Mar pero desde hace 11 años es la comunidad jesuita la que los gestiona.

Más de 400 estudiantes, antiguos alumnos y profesores participarán en la procesión que saldrá de la basílica de Santa María (11.45 horas) con tres pasos, uno de ellos con ruedas. El primer trono es el de Jesús en Samaria, en el que participan 110 alumnos del colegio como hermanos de fila, vestidos de nazarenos. Son estudiantes de Secundaria y de 5º y 6º de Primara con vesta blanca y el escudo de la Oración en el Huerto, al igual que los alumnos más pequeños de Primaria con el uniforme del colegio y la palma del Domingo de Ramos. Los costaleros, unos 50, son antiguos alumnos. Entre las damas de mantilla hay estudiantes, exalumnas, profesoras y madres.

Otros 125 alumnos de 1º a 4º de Primaria, portando palmas bendecidas previamente en la basílica, forman el acompañamiento de la Virgen de la Paz. Este año delante del paso irá la bandera de honor de la hermandad en manos del colegio, nombrado abanderado de honor de la Semana Santa de 2018.

La corona de la Virgen acaba de ser restaurada y la imagen portará entre los brazos un rosario de perlas del siglo XIX. El equipo de capataces es comandado por José Martínez, profesor de Matemáticas de los propios costaleros, que son alumnos de 1º y 2º de Bachillerato, y por Manuel Martínez. El tercer paso, la Oración en el Huerto, sale con ruedas debido a sus grandes dimensiones pero la asociación de padres del colegio se encuentra inmersa en un proyecto para sacar a varal el paso, explica el hermano mayor, Alfredo Llopis.

El colegio se vuelca tanto que, como explica el antiguo alumno y miembro de la comisión organizadora de las procesiones, Alejandro Benito, los preparativos se inician a la vuelta de las vacaciones de Navidad. «Son muy esperados los ensayos, momentos de verdadera hermandad. Los alumnos de bachiller que portan a la Virgen de la Paz ensayan después de clase con el paso por el patio del colegio y para los antiguos alumnos es un momento de reencuentro».

Precisamente el coro de antiguos alumnos se encarga de acompañar con sus voces los actos solemnes de la hermandad, como ocurrió con la reciente coronación canónica de la Virgen de los Dolores. Padres de alumnos del colegio han alquilado un palco en la Carrera Oficial para que los jesuitas puedan bajar desde el colegio, donde viven, al centro a ver las procesiones. La unión del colegio con la hermandad se inició en 2007 en el 50 aniversario del colegio, donde se reunieron alumnos y exalumnos que recogieron el guante que lanzó Llopis para estrechar la relación ya que fue un jesuita, el Padre Esplá, el que fundó hace más de 100 años la hermandad del Cristo del Mar en el seno de las congregaciones marianas.