En plena crisis política en Alicante, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, participó en la ciudad en la inauguración de los actos del Día Mundial del Agua sin tener que verse las caras con Gabriel Echávarri, que no acudió a un acto que se celebraba en la Sede Universitaria con Puig pese a que estaba previsto. Posteriormente, el presidente se dirigió a otro acto en la sede del Consell, donde respondió a preguntas sobre la situación de Echávarri en la Alcaldía. Ximo Puig explicó que «hay que buscar una solución en el menor tiempo posible y ya queda poco tiempo. Estamos en disposición de buscar la mejor de las soluciones para dotar de estabilidad al gobierno municipal de Alicante».

Aseguró que con este fin está haciendo un esfuerzo enorme en Alicante para que se desatasque una crisis «que efectivamente tiene que obedecer a esa mirada de defensa del interés general. Sabemos que no hay un caso de corrupción pero sí unas responsabilidades políticas que se deben asumir para que se mantenga un gobierno de progreso en el Ayuntamiento de Alicante siguiendo el mandato de las urnas en 2015 pero queda poco tiempo», insistió. «Estamos en disposición de buscar una solución porque se han hecho políticas positivas tapadas por esta crisis. Nunca quiero hablar en términos de partido en mi condición de presidente pero como hoy es inevitable les digo que vamos a convoar una reunión del secretariado del PSPV para tomar decisiones». «Es evidente que nosotros hemos buscado una solución y el alcalde sabe cuál es nuestra opinión», abundó sobre Echávarri, del que espera disposición para alcanzar esa solución definitiva al conflicto.

Puig también aseguró que desde Ferra no están tutelando la solución a la crisis política de Alicante. «En absoluto, nosotros gestionamos nuestras decisiones», aseguró antes de aprovechar para arremeter contra la presidenta regional del PP, Isabel Bonig. «Debería hacer un ejercicio de prudencia porque el PP de Alicante tiene dos alcaldes imputados por corrupción. No es equiparable. No es corrupción lo que ocurre con Gabriel Echávarri pero sí hay una crisis política en la que no hemos dejado de dar la cara», zanjó. Cuestionado sobre como puede afectar a la gobernabilidad la decisión que pueda recaer sobre Echávarri y si puede devolver la Alcaldía al PP al no contar aún con los 15 votos suficientes los socialistas, respondió que «los ciudadanos se expresaron con toda claridad en las elecciones, querían un gobierno de progreso y no querían al PP. Todo el mundo es corresponsable de la decisión que se tome, ahora lo es, y en el futuro, eso ya no dependerá sólo de los ediles socialistas. Dependerá de todos. Hay que ser leales con lo que decidió la ciudadanía en 2015».