Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El PSPV negocia con Echávarri y le pide dimitir antes de que hoy la ejecutiva le exija marcharse

Puig ofrece una última salida al alcalde de Alicante antes de que al mediodía se reúna la dirección para reclamarle la renuncia

Gabriel Echávarri, durante la rueda de prensa que ofreció el pasado miércoles en Alicante. Álex Domínguez

La dirección de los socialistas valencianos negocia con el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, procesado por partida doble por fraccionar contratos en Comercio y por despedir a la cuñada del portavoz del PP como represalia política, para intentar que dimita por su propia voluntad antes de que al mediodía de hoy se reúna la cúpula de los socialistas valencianos -el secretariado formado por una docena de dirigentes que controla el día a día del PSPV- y le exija oficialmente que se vaya. Esa es la última oferta que durante la tarde de ayer le habían trasladado desde la dirección del partido a Echávarri: marcharse antes de tener que pedir su cabeza. Al cierre de la edición, según confirmaron fuentes socialistas, sin embargo, no se había producido ninguna respuesta del primer edil, que se había comprometido, en cualquier caso, a meditar esa solución.

De aceptar y anunciar su dimisión, con el arranque la reunión de la cúpula socialista previsto para las doce y media del mediodía como hora tope, el alcalde de Alicante podría controlar su propia salida y el pronunciamiento de la dirección del PSPV sería mucho más suave. Incluso, se le llegó a ofrecer a Echávarri la posibilidad de articular la solución hoy mismo con su presencia en València antes de que comience la ejecutiva, una alternativa que tampoco se confirmó. Aunque en círculos socialistas no se descartaba ningún escenario, anoche, en cualquier caso, la dirección del PSPV seguía a la espera mientras el alcalde mantenía su agenda para hoy con un acto a las diez de la mañana en el salón azul del Ayuntamiento de Alicante. Fuentes de su entorno, de hecho, descartaron su renuncia antes de la ejecutiva.

Pase lo que pase, lo cierto es que la paciencia de la cúpula socialista y del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con el regidor ha llegado ya al límite. La gota ha colmado por completo el vaso. Hasta rebosar. De hecho, hoy mismo y salvo que esa renuncia personal de Echávarri lo remediara, la cúpula de los socialistas valencianos se reunirá para exigir al alcalde que se marche del cargo sin ni siquiera esperar a contar con los quince votos necesarios para asegurar la Alcaldía de Alicante. La prioridad del PSPV, en estos momentos y por delante incluso de continuar al frente del gobierno municipal de la capital, es asumir la responsabilidad en la crisis política e institucional en la que está sumido el consistorio alicantino. Dar un primer paso adelante para, al menos, tratar de desbloquear una situación que, a estas horas y salvo un giro por iniciativa del todavía alcalde, está enquistada y amenaza con afectar todavía más, si cabe, la imagen de las siglas socialistas en una plaza clave y decisiva para el resultado de las elecciones de 2019. Y trasladar la imagen de que el PSPV no se queda de brazos cruzados frente a este grave conflicto.

No se trata a estas alturas sólo de una cuestión judicial como consecuencia del doble procesamiento que arrastra el primer edil por fraccionar adjudicaciones en Comercio y el despido de la cuñada del portavoz del PP, Luis Barcala. La dirección del PSPV le reclamará a Echávarri que se marche, en el caso de que se enroque y se atrinchere en la Alcaldía, por una «pérdida de confianza política» con una actuación personal del primer edil que ha tapado, apuntaron estas fuentes, iniciativas positivas del gobierno que salió de las urnas en los comicios de 2015. La reunión de la ejecutiva supone oficializar así de forma pública con claridad y nitidez, como adelantó este periódico hace una semana, que los socialistas valencianos apuestan por intentar resolver la crisis de Alicante con la marcha de Echávarri como única solución. Apuesta en la que se enmarca también esta negociación de última hora para facilitar esa salida pactada al alcalde de Alicante.

La cúpula del PSPV entiende que el margen de confianza que se le ofreció al regidor alicantino hace unos días para ofrecer la imagen de moldeaba su salida ya ha expirado y que es necesario acelerarlo. Por voluntad propia o con la presión del partido. La operación cuenta con el visto bueno y la complicidad de Ferraz, que deja la resolución y la gestión de la crisis en manos de los socialistas valencianos. Ximo Puig ha dado tal importancia a la reunión y pretende que la resolución que se tome tenga tal porcentaje de legitimidad que la convocatoria del secretariado se realizó con acuse de recibo y una confirmación de asistencia.

El nivel de saturación con la crisis en el Ayuntamiento de Alicante y con la actitud del alcalde ha llegado a un volumen de hartazgo que la decisión de acelerar la marcha de Echávarri, bien sea voluntariamente o bien sea forzado por el PSPV, se ha tomado con la escenificación de un divorcio absoluto en las formas. Ayer el presidente de la Generalitat estuvo en la ciudad de Alicante en dos actos coincidiendo con el Día Mundial del Agua sin asistencia ni del alcalde ni de ningún edil socialista para alivio, todo hay que decirlo, del Consell. «Hay que asumir responsabilidades políticas», dijo Puig durante un acto en la sede de la Generalitat en ausencia de cargos municipales.

Pero también se aprieta este botón para activar la salida de Echávarri sin tener garantizados, como desveló este periódico en su edición de ayer, los votos suficientes para que el PSPV puede retener el gobierno municipal. Continúan, eso sí, los contactos. El miércoles por la tarde, de hecho, el secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, mantuvo una segunda conversación con la tránsfuga Nerea Belmonte, cuyo voto se ha convertido en decisivo. Pidió a cambio de apuntalar el gobierno de izquierdas un salario como concejal y poder tener capacidad para impulsar iniciativas políticas en el Ayuntamiento de Alicante. Quiere garantías de que se le compensa previamente mientras que el PSPV apuesta por sustanciar el relevo y abordar el asunto en una segunda fase. Y ayer en València, también se produjo algún contacto, sin ningún tipo de avance, con cargos autonómicos de Ciudadanos. De momento, no hay nada cerrado. Nerea Belmonte sigue siendo la principal alternativa.

Compartir el artículo

stats