Una dimisión en diferido, a plazos. Un adiós con efecto práctico desde ayer, pero que no se certificará hasta dentro de dos semanas. El alcalde saliente de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, se rindió ayer a las intensas presiones recibidas en los últimos días desde todos los frentes políticos, incluido el PSPV, y anunció que dimitirá el próximo lunes 9 de abril. Con todo, en el medio mes que falta para esa fecha, Echávarri ya no ejercerá de alcalde de Alicante, ya que ayer firmó, vía fax, un decreto en el que delega las competencias en su «delfín» y actual vicealcaldesa, Eva Montesinos.

En una jornada que arrancó envuelta en incertidumbre, con Echávarri suspendiendo a última hora su agenda municipal para desplazarse a la ciudad de València, el anuncio de su adiós llegó a última hora de la mañana en Blanqueries, en la sede del PSPV. Fue tras la reunión de la dirección del partido, en la que intervino el propio Echávarri y en la que se expuso la propuesta de renuncia a la Alcaldía de Alicante, al estar acorralado política y judicialmente por los dos procesamientos por el supuesto fraccionamiento de contratos en el área de Comercio y el despido de una trabajadora municipal, que a su vez es cuñada del portavoz del PP, Luis Barcala.

Con la decisión de Echávarri, respaldada por la dirección del PSPV, se abre un nuevo escenario político en la ciudad de Alicante, tal y como señaló ayer el vicesecretario general del PSPV, Manuel Mata, que compareció junto a Echávarri, al que lanzó un capote ante sus procesos judiciales, aunque admitiendo que su marcha era la mejor salida para el partido: «A nadie se le puede escapar que estamos ante cuestiones administrativas, no se han desviado fondos a bolsillos de nadie y nadie es reo de la corrupción. Nada obligaba a Gabriel [Echávarri] a dimitir. Los estatutos [del PSOE] hablan de cuando se abra juicio oral y en casos de corrupción, pero también pensamos que no es bueno estar constantemente aludiendo a una situación de crisis política». El «número dos» de Puig en el partido destacó el «listón ético» de los socialistas tras el anuncio de dimisión de Echávarri, que está a las puertas de la apertura de dos juicios por presunta prevaricación. «Es uno de esos días que uno está orgulloso de ser socialista. El listón ético de los socialistas está más alto que el de nadie. Nadie nos va a dar lecciones de nada. Ninguna fuerza política, y las incluyo a todas», señaló Mata, quien se mostró muy crítico con los exsocios de gobierno del PSOE en el Ayuntamiento de Alicante, Guanyar y Compromís, que a su vez es también socio del Botánico. «Hay fuerzas cuya única voluntad ha sido cargarse al alcalde de Alicante. Enhorabuena a los premiados, lo han conseguido, pero el tiempo pondrá a cada uno en su sitio», apuntó con evidente tono molesto el dirigente autonómico socialista, quien concretó su ataque a los otros grupos de izquierdas a preguntas de los medios: «Me refiero a mucha gente, incluso a socios de gobierno que han tenido cierta lealtad en que la prioridad era cargarse al alcalde: Compromís y Guanyar en Alicante. Ha habido una persecución, ahora hay que ver si son tan responsables para solucionar la situación».

Otro panorama político

El PSPV, con el paso atrás de un Echávarri más que forzado después de que se intensificarán las presiones estos últimos días ante el segundo procesamiento judicial por prevaricación, busca despejar el camino para que el gobierno local de Alicante siga en manos socialistas, en concreto, de Montesinos. A partir de ahora, los grupos municipales tienen quince días para negociar la investidura de la ahora vicealcaldesa, y tras la dimisión efectiva de Echávarri, se abrirá un periodo de unos veinte días más hasta la investidura, según explican fuentes municipales. Sin embargo, en público, tres de los actores principales de ese diálogo [los tránsfugas y Cs] señalaron ayer que no tienen nada que hablar con el PSOE hasta que no se certifique el adiós de Echávarri. Y no solo eso, sino que los exsocios de gobierno, Guanyar y Compromís, que ya han anunciado que votarán a favor de Montesinos, coincidieron ayer a la hora de valorar la decisión de Echávarri. Ni los unos ni los otros se fían de la marcha del alcalde.

Desde el entorno del regidor socialista, en cambio, aseguraron ayer que no hay marcha atrás, que Echávarri firmará en breve su dimisión irrevocable, aunque con efectos del 9 de abril. Hasta esa fecha, con todo, el alcalde saliente ya no estará en primera línea: Eva Montesinos vendrá a ejercer de alcaldesa en funciones. Echávarri, como subrayó ayer el «número dos» del PSPV, tampoco participará en las negociaciones con vistas a la investidura. «Él no pilota el proceso, él no lo condiciona...», insistió Mata, en una intervención en la que dirigió la mirada, sobre todo, hacia Ciudadanos. Y es que los socialistas pretenden asegurar el relevo en la Alcaldía, pero sin tener que depender de al menos uno de los dos concejales tránsfugas presentes en el Pleno de Alicante. De cumplirse lo previsto hasta la fecha, el PSOE (con 6 concejales) necesita un voto más para que Montesinos sea la sucesora de Echávarri, tras tener comprometidos en público los apoyos de Guanyar (5 ediles) y Compromís (3). Otro debate será si los exsocios del tripartito se integran en un futuro gobierno de Montesinos, aunque todo apunta a que el grupo liderado por Bellido sí que volvería al ejecutivo local a apenas un año de las próximas elecciones municipales de 2019, mientras que más dudas se presentan sobre la integración en el gobierno de la formación de Pavón.

Pero sin el PP

Echávarri y la dirección del PSPV también coincidieron ayer a la hora de hacer frente común contra la vuelta del PP al gobierno municipal, una situación que se daría si ningún candidato logra los 15 apoyos en el pleno de investidura que se prevé celebrar a finales de abril, ya que los populares fueron la fuerza más votada en las últimas municipales. El alcalde saliente, en una intervención en la que admitió que su continuidad en el cargo se había convertido en un obstáculo para el «funcionamiento del PSPV» y en una «excusa para atacar a Puig», apeló a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas para bloquear el regreso de los populares. Ése fue uno de los motivos, según defendía Echávarri, para no haber dimitido antes.

A la espera de la evolución de las negociaciones, Alicante está a días de una nueva dimisión efectiva en la Alcaldía. Y es que la anterior regidora salida directamente de las urnas, Sonia Castedo, también renunció a su cargo, al igual que su antecesor Díaz Alperi. Echávarri, tras dos décadas de gobiernos del PP, ha durado menos de tres años al frente del ejecutivo local. Su calvario político, por su situación judicial, empezó el pasado septiembre, con su primera imputación por fraccionamiento de contratos, y técnicamente acabó el pasado miércoles, con su segundo procesamiento por el despido de una trabajadora municipal. Ayer, Viernes de Dolores, a las puertas de la Semana de Pasión, supuso, en la práctica, el punto final de Echávarri como alcalde de Alicante.

Escucha a Gabriel Echávarri anunciando su dimisión en diferido

Echávarri anuncia que dimitirá el 9 de abril

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