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Catalina Rodríguez: «Se restituye mi honor, que estaba en entredicho»

La interina despedida precisa que no fue «la causante de nada de esto, ni siquiera puse la denuncia»

Catalina Rodríguez, la interina que fue despedida por el alcalde y luego readmitida. HÉCTOR FUENTES

«Me alegro por mí y lo siento por él». Así de categórica se mostró ayer Catalina Rodríguez, trabajadora interina del Ayuntamiento de Alicante y cuñada del portavoz popular Luis Barcala, al conocer que la magistrada Patricia Romero ha decidido procesar al alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, por su despido. «Es un día un poco raro para mí porque he sufrido mucho todo este tiempo y seguiré sufriendo pero por lo menos... Tampoco me alegro por el mal de nadie», precisó en referencia a la delicada situación en que se queda ahora el alcalde.

Catalina Rodríguez, quien fue destituida de su puesto en la Concejalía de Cultura por el regidor a raíz de que el PP denunciara ante Fiscalía, en abril de 2017, el fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercio, el otro caso por el que está procesado el mandatario socialista, considera que con la decisión judicial «se restituye mi honor, que estaba en entredicho».

«No he sido la causante de nada de esto, ni siquiera puse la denuncia», que llegó a los tribunales a raíz de una demanda en Fiscalía de dos vecinos de Alicante, José María Hernández Mata, y José Luis Valdés. «Yo no tenía la intención de que esto llegase a ningún sitio, no moví ningún dedo para nada, no quería nada, sólo quería volver a mi trabajo», al que de hecho fue restituida ya que el área de Recursos Humanos del Ayuntamiento firmó la readmisión de la interina el pasado mes de mayo.

Fue el concejal del área, Carlos Giménez, el que firmó primero el decreto de despido y luego el de readmisión. El auto de la juez archiva la causa para el edil, como ya pidió el fiscal, al entender que sólo actuó por orden del alcalde

Tras ser readmitida, Catalina Rodríguez continúa trabajando en la Concejalía de Cultura, «gracias a Dios. Y estoy muy contenta» Aparte de recuperar su empleo, la interina que fue despedida por Echávarri, que todo apunta a que se sentará en el banquillo por esta decisión, señaló que su otro deseo, aparte de volver a su trabajo, era que su honor no quedara en entredicho. A la pregunta de si consideró su despido una decisión arbitraria de Echávarri por venganza contra el PP -su cuñado es el portavoz de este grupo en el Ayuntamiento, Luis Barcala- por la decisión de los populares de llevar a los tribunales el fraccionamiento de contratos en Comercio, la interina asintió. «Lo consideraba así todo el mundo». «Vamos a ver lo que pasa, porque está en manos de la justicia», señaló en referencia a que aún queda el juicio por delante. Por ello negó que con lo acontecido ayer pudiera quitarse un peso de encima.

Catalina Rodríguez reiteró durante la conversación que estaba alegre por ella misma «sinceramente», a la vez que contenta, «porque mi honor queda un poco restituido. No me alegro del mal de nadie, sólo me alegro por mí». «Llevo un año con la espada de Damocles sobre mí. La gente sabe quién soy, cómo soy, pero salir en los papeles todos los días no me hace ni pizca de gracia».

En noviembre, cuando Catalina fue cuestionada por este diario tras la ruptura del tripartito, abundó en que no hizo nada para que se le despidiera ni para que denunciaran al alcalde «y no voy a juzgar a nadie porque no soy juez. Sólo quería que no se hablara de este tema y está pasando todo lo contrario». En la entrevista que concedió en abril a los pocos días del despido, dijo que cuando ella entró en el Ayuntamiento, su cuñado Luis Barcala no era concejal. «Soy licenciada en Historia del Arte, tengo dos másteres, tres cursos de Derecho, hablo inglés y francés. Toda la vida he trabajado en el sector del arte y el turismo», recalcó entonces.

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