Un pez espada de grandes dimensiones nadando en la orilla de la playa de Urbanova. La imagen ha sido grabada estos días por varias personas que paseaban por la orilla y que estupefactas veían como un pez con una gran aleta nadaba por la zona, a muy poca distancia de la arena. En un primer momento, se pensó que este pez podía ser una tintorera, la especie de tiburón más común en el Mediterráneo.

Sin embargo, tras ver el vídeo del pez, el director del Instituto de Ecología Litoral, Gabriel Soler, despeja dudas. "Sin duda se trata de un pez espada, no es una tintorera". Aunque el pez espada es muy común en el Mediterráneo, Soler señala que es muy extraño que se aproxime tanto a la orilla. Entre las hipótesis que baraja el responsable del Instituto Litoral están que el pez se haya podido desorientar persiguiendo a una presa o que haya sido atraído por el cebo que utilizan los pescadores que habitualmente están en la zona.

El pez espada habitualmente se pesca para el consumo humano, más conocido como emperador. Su hábitat habitual es mar adentro y se alimenta de especies de peces más pequeñas. Aunque el ejemplar de la imagen es adulto y Gabriel Soler calcula que con la espada incluida mide más de un metro, el responsable del Instituto de Ecología Litoral asegura que es "totalmente inofensivo para las personas".

No es extraño que de vez en cuando arriben a la costa de la provincia especies de grandes dimensiones. El pasado mes de febrero, un tiburón de 3,6 metros y 200 kilos apareció en la playa de Levante de Santa Pola. Con ayuda de una lancha neumática el cuerpo del animal fue trasladado a la orilla de la playa y con una grúa fue sacado del agua.

El año pasado, un pesquero atrapó cuando faenaba a 16 millas de la Punta d´Ifac un tiburón peregrino de casi 8 metros. El escualo se enganchó en las redes del barco y debido a sus grandes dimensiones fue imposible liberarlo ni subirlo a cubierta, por lo que tuvieron que llevarlo hasta el puerto, donde finalmente falleció. El tiburón peregrino es la segunda especie de pez más grande tras el tiburón ballena, que no tiene su hábitat en el Mediterráneo. El que se enganchó a las redes del pesquero de Calp es el más grande que se ha visto al menos en las últimas décadas.