Dolores Díaz Cuesta nació el 18 de marzo de 1912 en Hellín (Albacete) y se trasladó a Alicante en 1976, cuando enviudó, para vivir con una de sus hijas, además en pleno centro, en la avenida de Óscar Esplá. La familia, que en estos años se ha ampliado con nueve nietos y trece biznietos, se reunió el pasado domingo para celebrar los 106 años de la matriarca. Actualmente en la provincia hay 420 personas que superan el siglo de vida, según datos del Instituto Nacional de Estadística, frente a las 398 del año anterior, es decir, un 5,5% más.

Dolores crió como ama de casa a sus 4 hijos, María Dolores, Juan, Rosario y Pilar (tuvo un quinto que falleció de niño) mientras su marido trabajaba como ATS en Hellín, donde era muy apreciado. Así lo explica Juan Oñate Díaz, el único hijo varón de la centenaria, ginecólogo de profesión, aunque ya jubilado, como sus tres hermanas. Repartidas entre Alicante, València y Albacete, dos ejercieron como maestras y la tercera trabajó como enfermera, influida en esa vocación sanitaria, como Juan, por el patriarca.

Con 106 años, Dolores ha gozado de buena salud hasta hace unos días, en que ha sufrido un accidente cerebrovascular del que se recupera poco a poco. «Ella ha sido la gran empresaria de la familia, siempre en casa trabajando con sus hijos, educándonos con un gran esfuerzo, en una labor que nuestro padre no podía hacer al estar fuera de casa», añade el ginecólogo jubilado, que vino por primera vez a Alicante en 1967 y que estudió la especialidad en Madrid. La familia espera que Dolores se recupere, siga haciendo gala de su carácter afable y buena conversación, y disfrutando de bautizos y comuniones.