Seis estudiantes de FP del ciclo de Automoción en el Instituto Leonardo Da Vinci de Alicante han creado una empresa, de momento virtual, que alquila el sitio y la maquinaria necesarias, por horas, para reparar el coche o la moto y ofrece asesoramiento y formación gratuitos que además permitiría hacer prácticas a otros estudiantes.

El proyecto DYS, «Repare usted mismo su turismo», surgió en la clase de Empresa e Iniciativa Emprendedora. Tras la habitual tormenta de ideas, Álvaro Toro, Pedro Antonio Martínez, Santiago Santonja, Álex Aliques, Daniel Camacho y Pedro Martínez han desarrollado con detalle un taller de alquiler de boxes para autorreparar el vehículo.

Incluso han elegido la parcela que necesitarían, en San Vicente del Raspeig, muy cerca de la Universidad de Alicante, como apunta Daniel, aunque para poder trasladarlo a la realidad confiesan que «lo más difícil es la financiación ,porque hace falta una inversión inicial muy fuerte, de casi 130.000 euros, y para estudiantes recién titulados como nosotros es muy complicado», señala Álvaro.

En su proyecto proponen recurrir a un préstamo ICO avalado por la Generalitat, por 120.000 euros; que los socios aporten a su vez 3.129 euros de capital social; y el resto por crowfunding.

Para presentarse en sociedad han desarrollado un logo y una página web «con la ayuda de la Universidad Miguel Hernández de Elche», concreta la profesora, Marta Armendia. Este trabajo lo ha hecho Álex, «con el amarillo y el negro como colores corporativos porque son representativos el mundo del motor y queríamos transmitir seriedad y cercanía».

Afirman que el elemento diferenciador de su empresa sería un «precio muy competitivo». El alquiler de los boxes y de la herramientas lo fijan entre 5 y 7 euros la hora.

Dispondrían de maquinaria de última tecnología: elevadores para coches y motos, medidores de gases, pulidores, alineadores de ruedas y software para el diagnóstico de averías. «Es la primera vez que veo que un centro educativo trabaja con esta tecnología. Ha sido una pasada vernos en el taller con las gafas de realidad virtual», apunta Santiago.

Estos emprendedores añaden la posibilidad de comprar repuestos con un servicio exprés similar al de las farmacias. «En contacto con las principales suministradoras, lo gestionarían por internet y en 24 horas tendrían el repuesto necesario», abunda la profesora.

Pedro se ha encargado de todo lo relacionado con la prevención, la seguridad y la salud laboral «realmente difícil con tanta normativa», confiesa. La profesora concluye que el cliente tipo de esta empresa abarcaría «desde estudiantes de primer curso de FP a jubilados coleccionistas con afición por reparar o sustituir pequeñas piezas», entre otros.