El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente prevé reabrir el trasvase del Tajo al Segura si se confirma que el 1 de abril los embalses de cabecera pasan de nivel 4 a nivel 3, lo que significa que superan los 400 hectómetros cúbicos de agua almacenada -ayer ya había 409 hm3-, ya que ese es el límite bajo el cual no se permite ningún tipo de trasvase. Según las normas de explotación del trasvase, la situación con datos reales de los embalses de la cabecera se calcula el día 1 de cada mes.

En caso de superar esa barrera, antes de que se autorizase una nueva transferencia, deberá reunirse la Comisión Central de Explotación del Acueducto. En estos momentos, la reserva de agua en Entrepeñas y Buendía alcanza los 409 hm3 y, según los técnicos, se espera que en diez días el caudal alcance los 440 hm3. De momento, en los embalses entran 6 hm3 diarios y se anuncia un nuevo temporal de lluvias para el fin de semana. Se considera nivel 3 cuando el caudal está entre los 400 y los 586 hm3, volumen a partir del cual se pueden trasvasar al mes en abril hasta 20 hm3.

La comisión elevará la correspondiente propuesta que deberá tener en cuenta no solo el hecho de si pasa a nivel 3, sino también la previsión técnica de las aportaciones futuras, para garantizar la satisfacción de las necesidades de la cuenca cedente, de acuerdo con lo indicado en la propia ley, según explicaron ayer a Europa Press fuentes del Ministerio de Agricultura.

El último trasvase que se realizó desde los embalses de Entrepeñas-Buendía (Tajo) al Segura se autorizó el 10 de mayo de 2017, por un total de 7,5 hectómetros cúbicos, ya que después de esa fecha los embalses bajaron de los 400 hectómetros.

Las reglas de explotación fijadas definen un mecanismo claro de aplicación en función del volumen almacenado en Entrepeñas y Buendía, las aportaciones hídricas recibidas, los valores de consumo de referencia y los desembalses necesarios para atender a los usos de la cuenca cedente, contraria al trasvase. Por tanto, de autorizarse esta nueva transferencia, ésta se acometería a lo largo de abril, once meses después de la última. De momento no hay fecha prevista para la reunión de la Comisión de Explotación más allá de que prevén que se producirá próximamente y, en todo caso, no antes del 1 de abril. En la actualidad, la reserva del Tajo se sitúa en el 61%.

Las reglas de explotación indican que en función del agua almacenada en los embalses de Entrepeñas y Buendía, a comienzos de cada mes se establecen los siguientes niveles mensuales con arreglo a los que se realizarán o no los trasvases. El máximo anual total que se puede trasvasar en un año hidrológico es de 650 hectómetros cúbicos, 600 hectómetros cúbicos para el Segura y 50 para el Guadiana, cifras que no se han cumplido nunca.

Por su parte, desde la Conselleria de Agricultura valoraron positivamente que en Entrepeñas y Buendía se hayan alcanzado los 400 hm3. «El dato es positivo en tanto que significa que los pantanos de cabecera se recuperan. La decisión de reabrir el trasvase compete ahora al Ministerio de Agricultura tras valorar todos los datos disponibles». Para la conselleria, «si el Ministerio decide hacerlo efectivo, es positivo para nuestros regantes en la medida que complementará el trabajo realizado por la conselleria en medidas de ahorro y eficiencia, y los esfuerzos realizados por los regantes alicantinos en ajustarse a la situación de sequía». En cualquier caso, desde Agricultura instaron a seguir trabajando en la modernización de regadíos, reutilización y mejora de la gestión, además de «exigir al ministerio el impulso necesario a las desalinizadoras y las inversiones pendientes en materia hídrica».

Donde crece el malestar es en Castilla-La Mancha. Ayer, su presidente, Emiliano García-Page, volvió a insistir en que Alicante y Murcia deben basar su abastecimiento en las desalinizadoras.