Poco recorrido, por no decir ninguno, tiene la moción de censura que abandera el grupo popular en el Ayuntamiento de Alicante para arrebatar el bastón de mando al alcalde socialista Gabriel Echávarri por los casos judiciales que le abocan al banquillo y el desgobierno del que, consideran, se está resintiendo la ciudad. Es consciente de ello el propio portavoz del PP, Luis Barcala, quien ayer reconocía que no tiene los 15 votos necesarios para formalizar la moción pese a lo cual abre unas negociaciones dirigidas a todos los concejales, incluidos los de izquierdas y el propio PSOE, porque la calle, dijo, se lo pide.

El PP da un paso al frente de cara a su electorado, que en los comicios de 2015 lo convirtió en el partido más votado de Alicante con 38.000 sufragios, para que no les acusen de no hacer nada ante la dimisión de Echávarri y el mantenimiento de un minigobierno del PSOE. Los populares quieren visibilizar de cara a su electorado que son una opción seria para gobernar Alicante en 2019. «Nos lo dicen por la calle constantemente, a ver cuándo cambiáis esto ya. ¿Perdonarán los alicantinos a quienes miren hacia otro lado en una situación de emergencia como ésta? Entendemos que no».

En estos momentos, el PP solo cuenta con los ocho concejales populares. Le faltan siete ediles para llegar a los 15 necesarios de mayoría absoluta. Los cinco concejales de Ciudadanos ya han dicho que no, los cinco ediles de Guanyar tampoco le apoyan y los tres de Compromís, ni siquiera se lo plantean. En estas circunstancias, el PP está solo y por tanto es inviable registrar la moción de censura que plantearon ayer.

El PP anuncia una moción de censura y un plan de gestión para lo que queda de legislatura

El PP anuncia una moción de censura y un plan de gestión para lo que queda de legislatura

En el anuncio del inicio de negociaciones, el grupo municipal estuvo arropado por Rafael Candela, coordinador provincial del PP. Porque, según Barcala, la iniciativa ha sido autorizada a nivel provincial, regional y nacional, es decir, «tomada por el partido en todas sus instancias», lo que le presupone el apoyo de Rajoy. Barcala habló de que se ha redactado un documento que harán llegar a todos los ediles con propuestas para que las estudien y que presentarán la moción por registro en cuanto tengan las firmas necesarias. Barcala también anunció que el día que el juzgado de instrucción 2 de Alicante dicte auto de procesamiento de Echávarri por el despido de una interina, que es además su propia cuñada, el PP formalizará un acta notarial proponiendo la moción de censura, que dejarán abierta para que se sumen otros concejales de la Corporación.

El PP sólo cuenta con ocho votos, los de su propio grupo municipal, que ayer estuvo al completo en la sala de prensa del Ayuntamiento de Alicante escoltando a su portavoz. A los populares les faltan siete votos más para desbancar a Echávarri. De ahí que apelaran especialmente a Ciudadanos (Cs), que tienen 5 ediles, pese a que tampoco les bastan para poder firmar la moción.

«La posición de Ciudadanos es incomodísima pero hay que ser valiente en política y dar un paso adelante, poniendo el interés general por delante de la aritmética electoral y del interés personal. En 2015 apoyaron a Echávarri en la investidura, y de aquellos polvos, estos lodos. Cs tendrá que decidir si vuelve a reeditar ese gobierno deteriorado o da un paso adelante con valentía por los alicantinos», afirmó Barcala.

Sin embargo, la portavoz de este grupo, Yaneth Giraldo, cortó los sueños populares de un plumazo. Giraldo dijo, ni más ni menos, que antes de plantear una moción de censura en el Ayuntamiento, el PP tiene que limpiar la Diputación de imputados de su partido, en referencia al alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, y al ex alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza.

En el hipotético y harto complicado supuesto de que Ciudadanos les firmara la moción, el PP necesita dos concejales más. Y todo lo que le queda que puede tocar es de izquierdas porque las firmas de los tránsfugas le complican, ya que la ley obliga a que por cada no adscrito que firme la moción se tiene que añadir obligatoriamente un edil más, con lo que necesitarían 17. De ahí que Barcala hiciera un llamamiento a los concejales de la izquierda que individualmente no estén de acuerdo con las posiciones oficiales de sus partidos de investir a la número 2 del PSOE, Eva Montesinos, como exige el alcalde para dar un paso atrás y dimitir en cuanto llegue el auto de apertura de juicio oral.

Escucha a Luis Barcala

«Hay discrepancias dentro del seno del PSOE. No todos comparten el enrocamiento del alcalde y las soluciones que ha propuesto, por ello apelamos a la responsabilidad personal de los concejales. Lo mismo pasa con Guanyar, sabemos que hay concejales que no aceptan esa postura y que ponen por delante Alicante. Es el colmo de la incoherencia que Pavón, que bautizó el ejecutivo de Echávarri como minigobierno, vaya ahora a bendecirlo, salvo desde el puro sectarismo y porque le da igual Alicante con tal de que el PP no gobierne». En términos similares se dirigió a los tres ediles de Compromís. Sin embargo, tanto un grupo como el otro respondieron rápidamente, rechazando respaldar al PP, a través de sus portavoces Miguel Ángel Pavón y Natxo Bellido.

La primera reacción del PSOE fue la del portavoz de la ejecutiva local, Lalo Díez, quien está procesado junto a Echávarri en el caso de los contratos de Comercio. «Es evidente que el PP buscaba una foto y el titular. Lo que va a quedar claro es que es un partido con 20 años de corrupción». Minutos antes del anuncio del PP de promover una moción de censura, el alcalde reiteró su exigencia de que los grupos que apoyen a Montesinos, si él se va, firmen un contrato que les ate jurídicamente en previsión de un posible «tamayazo». «Es que si no, gobierna el PP. Esto tiene que estar atado y bien atado».