Desde edades bien tempranas los escolares alicantinos abren una cuenta en las redes sociales, sus padres lo saben, e incluso admiten que casi la mitad de sus amigos online son desconocidos.

Los datos que revela el informe 2017 del Observatorio de Consumo resultan escalofriantes, más si cabe porque son los propios menores los que contestan a la encuesta elaborada entre niños de 10 y 11 años, en quinto y sexto curso de Primaria, en la ciudad de Alicante.

«Esta situación nos exige a todos actuar de forma decidida por la alfabetización mediática», alerta la doctora por la Universidad de Alicante Victoria Tur, profesora de Comunicación y Psicología Social en la Universidad de Alicante.

Esta experta se refiere a la necesidad de abordar el desarrollo de las «capacidades críticas y creativas de los jóvenes en su interacción con los medios y sus pantallas», ausente de momento del currículo educativo.

La psicóloga parte de que casi la mitad de los niños tiene móvil a los 10 años -el 42%-, y de que con 11 años son ya el 60% los que manejan un smartphone, para subrayar que «la educación mediática es una educación en valores y debe producirse mayoritariamente en la familia, pero contando con el apoyo de la escuela».

El elevado grado de la implantación de internet entre los menores así lo exige. Más de la mitad de los alumnos consultados confiesa que se conectan «todos o casi todos los días». Uno de cada tres dedican más de dos horas diarias a navegar por la red y uno de cada cinco confiesa, incluso, no tener límite horario ninguno para ello.

Desde la Asociación de Telespectadores, Radioyentes, Consumidores y Usuarios de los medios de la Comunidad (ATR), que ha participado en la elaboración de este informe, la formadora Elvira Rodríguez abunda en la necesidad de una «concienciación sobre pautas preventivas para conseguir una sociedad digital más segura y responsable para la población infantil».

Datos falsos

Que casi la mitad de los niños reconozca tener abierta una cuenta en las redes sociales pese a no tener la edad legal para ello, y que en el 93% de los casos, todos ellos prácticamente, sus padres sean conocedores de que sus hijos ha dado datos falsos para abrir la cuenta, lleva a la doctora Tur a valorar que «las familias deben tomar parte de forma activa en estas cuestiones», al tiempo que sostiene que «hay que buscar formas para ayudarles a estar ahí» de manera que se maximicen las oportunidades que ofrecen las redes y minimizando sus peligros.

El conocimiento y beneplácito de los padres ante la identidad falsa que confiesan sus hijos para acceder a las redes sociales ha ido en aumento progresivamente. Hace cinco años lo sabían y consentían la mitad de los padres.

Entre las consecuencias más directas de estar en la redes figura el abanico de amistades que se abre para los menores. Uno de cada cuatro a señalan que superan los 300 amigos, pero que casi la mitad de estas amistades son «personas desconocidas».

Videojuegos

La principal vía de contacto con los desconocidos son los videojuegos, a los que uno de cada cuatro alumnos dedican más de dos horas diarias de su tiempo.

Entre los datos más preocupantes que arroja el informe figura que uno de cada tres niños reconoce haber dejado incluso de hacer los deberes, de merendar, de comer o hasta de dormir por su enganche a los videojuegos.

Para Elvira Rodríguez esto podría evidenciar «comportamientos casi de dependencia digital», de ahí el interés del Observatorio del Consumo por «hacer informes periódicos y estimular la investigación para prevenir conductas inapropiadas y adictivas».

Ciberacoso

Esta elevada exposición de los menores a las redes sociales lleva aparejada también que uno de cada tres de ellos asegure haber sufrido ciberacoso en mayor o menor intensidad a lo largo del tiempo.

Y a señalar que uno de cada cuatro recibe imágenes inapropiadas, en la mayoría de los casos a través de vídeos, de páginas que son para adultos, o de juegos en línea.

Sin embargo en su gran mayoría no recurren a nadie para hacer saber la situación de acoso que sufren vía online. En cerca de la mitad de los casos prefieren llevar en silencio esta situación y son todavía más reacios a comunicar a nadie que han recibido imágenes que no son apropiadas.

En la asociación de usuarios de medios, que hacen público este informe con motivo del Día Mundial del Consumidor con la colaboración de la Concejalía de Consumo, se alían con la recomendación del Defensor del Menor para que los niños no dispongan de móvil hasta cumplir los 13 años y «siempre con un control parental imprescindible»

Elvira Rodríguez añade, en la misma línea que la doctora Victoria Tur, que el móvil también debe ser «objeto de educación y de valor», además de que puede ser considerado muy útil para «proporcionar un uso responsable y facilitar una visión crítica sobre su consumo».

De momento, uno de cada cuatro menores sostiene que recibe más de un centenar de mensajes al día por WhatsApp. Hay además un 15% de niños que supera su permanencia en 15 grupos y un 6% asegura que envía a su vez más de cien mensajes al día.

Aunque disponer de móvil no tiene por qué ir unido necesariamente a tener conexión con internet, la tendencia a vincularlo es cada vez mayor, como revela la comparativa con los alumnos de 11 años durante el último lustro, entre los años 2013 a 2017.

Mientras en 2013 la mitad de los niños de sexto de Primaria con móvil tenían también internet, ahoras ya son ya el 70% los que tienen conexión a la red en su smartphone. Por último, la mitad de ellos tiene la tablet en su habitación; uno de cada tres la televisión o la videoconsola; y uno de cada cuatro el ordenador.

El Observatorio y la asociación de la Comunidad ATR recomiendan estar alerta en la red «tanto como en la vida real».