El magistrado José Luis de la Fuente, instructor del proceso abierto por el asesinato de María del Carmen Martínez, la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, acaba de urgir a la Policía los resultados de las dos pruebas que siguen pendientes de entregarse. Se trata del análisis del contenido del móvil y el del portátil de Miguel López, yerno de la víctima y único sospechoso de su muerte, y el del cotejo de los restos de ADN hallados en las dos vainas de los proyectiles que acabaron con la vida de la matriarca de los Sala con el de los presentes en el escenario del crimen.
María del Carmen recibió dos disparos en la cabeza cuando se encontraba en el interior de su coche, que aquella tarde del 9 de diciembre de 2016 había ido a recoger a Novocar, el establecimiento de automoción que regentaba su yerno. Miguel López fue arrestado dos meses después y puesto en libertad con cargos a los 39 días. Desde entonces, viene compareciendo en el juzgado cada lunes además de tener retirado el pasaporte y prohibidos los viajes fuera del territorio nacional.
El análisis del contenido de los dispositivos móviles estuvo bloqueado durante varios meses al no disponer el Servicio de Informática Forense de la Jefatura Superior de Policía de Valencia de las claves de acceso al móvil y al ordenador por portátil. Una contraseña que aparecía en el acta de entrada y registro al domicilio del sospechoso, que fue facilitada por él (aunque uno de los cuatro dígitos era ilegible) y que después López volvió a entregar a instancias del juez. El resto de los dispositivos a los que sí se pudo acceder (el ordenador de su despacho y varias memorias externas) no aportaron datos relevantes para la investigación.
Varios meses después de esa segunda entrega de las claves el magistrado reclama el resultado del análisis del contenido localizado en los aparatos. Fuentes policiales explicaron que la prueba «está esperando su turno» para realizarse.
También está pendiente de entregarse el cotejo de los restos de ADN localizados en los dos casquillos con los que la Policía Científica ha tomado a todos los presentes en la escena del crimen. Los investigadores barajan que alguno de los trabajadores o incluso los sanitarios que acudieron a socorrer a la víctima pudieron contaminar involuntariamente esta prueba. Los primeros análisis han confirmando que se trata del ADN de un varón y que no es coincidente con el de Miguel López, con el que tampoco presenta similitudes el hallado en la mano izquierda de María del Carmen, también masculino.
El toque de atención del magistrado se produce después de que hace unos días los dos forenses contratados por la defensa del sospechoso ratificaran ante el juez que las lesiones que presentaba María del Carmen le provocaron la muerte en no más de diez minutos desde que recibió los impactos. Una hipótesis que exculpa a López, quien a la hora en que estos peritos mantienen que fue tiroteada ya no se encontraba en el establecimiento sino en la finca de Vistahermosa donde los Sala tenían la residencia familiar.
