Las condiciones que Echávarri puso ayer para dejar su cargo no fueron bien acogidas por los grupos de la oposición que consideran que el alcalde no está legitimado para exigir nada y que debe dimitir de inmediato.

El portavoz del PP, Luis Barcala, indicó que el PSOE «ya da por amortizado al todavía alcalde, Gabriel Echávarri, al que no quieren para que ostente ningún cargo orgánico, por lo que si no sirve para eso tampoco tiene ninguna legitimidad para ostentar la Alcaldía de Alicante».Según Barcala tanto el presidente Ximo Puig, como el todavía alcalde «anteponen sus intereses por encima de los intereses de la ciudad porque parece que están dispuestos a llegar hasta junio de 2019 en esta situación si no se dan las circunstancias que ellos exigen»

El dirigente del PP alicantino afirma que «lo llamativo de la situación es que Echávarri ponga condiciones cuando no está en situación de ponerlas de ningún tipo. La única condición que depende de él es que se vaya de la Alcaldía y de un gobierno al que está aferrado con sólo seis concejales, tras haber obtenido los peores resultados del PSOE en la historia de la ciudad». A Barcala le resulta «curioso oír a Echávarri decir en qué condiciones aceptará marcharse, quién tiene que ser el alcalde y qué partidos tienen que formar ese gobierno, cuando no le queda más alternativa que recoger los bártulos, pedir perdón e irse. Ponerse a establecer condiciones para liberar la ciudad del secuestro que es tenerle de alcalde no es más que una demostración de soberbia».

También se mostró muy crítico con el alcalde el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien reiteró su petición de dimisión «para terminar con la situación de parálisis que sufre la ciudad desde que asumió el minigobierno. Una vez se produzca esa división podemos asegurar que no vamos a facilitar en ningún caso que el PP recupere la alcaldía. Habrá que ver cuál es la persona con el perfil más idóneo para estar al frente de la Alcaldía, que debe ser alguien del bloque de izquierdas». Con respecto a la exigencia del alcalde de encabezar las negociaciones en la elección de sus sustituto, Pavón señaló que Echávarri «es un cadáver político desde hace tiempo» para añadir que «yo al señor Echávarri no le doy ninguna legitimidad en ese proceso para negociar». Pavón además cuestionó la idoneidad de Montesinos para ser la nueva alcaldesa de la que dijo que «ha quedado un poquito tocada con el tema de las escuchas, y en Urbanismo ha hecho una política de tierra quemada de apartar a técnicos y desterrarlos a otra áreas porque molestan, y se ha cargado la oficina del Plan General. No parece una persona de consenso con esos antecedentes». Con respecto a la posibilidad de volver al gobierno, Pavón indicó que si se dieran las circunstancias se plantearía en sus órganos de gobierno pero que «cualquier proyecto viable de gobierno de la izquierda pasa por nosotros. Lo otro serán experimentos».

A la portavoz de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, tampoco le gustaron las declaraciones del alcalde, del que dijo que «poniendo las condiciones que ha puesto para abandonar la Alcaldía, Gabriel Echávarri quiere morir matando a Alicante». Para la edil, «no es de recibo que ponga como condicionante que su recambio sea un candidato socialista que cuente con la mayoría absoluta del pleno porque no está precisamente en condiciones de poner exigencias ya que lo que tiene que hacer antes que nada es dimitir cuanto antes. Su partido, tanto desde la dirección del PSPV como desde Ferraz ya le han indicado el camino».

Para la portavoz de Cs la comparecencia de Echávarri ha sido «francamente decepcionante». También ha reiterado que «para hablar de cualquier tipo de negociación que posibilite un verdadero cambio político es indispensable que antes dimita el alcalde. Alicante no puede seguir paralizada en asuntos esenciales».

El único grupo de la oposición que ve con optimismo la nueva situación es Compromís. Su portavoz municipal, Natxo Bellido, indicó que aunque Echávarri «no ha dicho todo lo esperado», con la posibilidad de su dimisión «comienza a verse una luz de esperanza para salir de este túnel, de esta situación de debilidad institucional». Bellido indicó que tras las declaraciones del alcalde y de Puig, «hay que buscar soluciones» y aseguró su voto a favor de un nuevo alcalde progresista «lo antes posible». El edil, quien incidió en que trasladará a su agrupación la situación actual, que a su juicio es «irreversible», aseguró en cualquier caso que «desde Compromís, ni por acción ni por omisión, vamos a dejar que vuelva a gobernar el partido de la corrupción y del plan de ajuste», en alusión al Partido Popular.