El Centro de Intervención de Baja Exigencia (CIBE) que gestiona Cruz Roja para trabajar con personas que presentan problemas de adicción, pasa este año de disponer de 360.000 euros para su funcionamiento a recibir casi la mitad, 185.000, según fuentes de la organización y de la Consellería de Sanidad. Las asociaciones de vecinos y de comerciantes de la zona alertan de «los peligros» que supone una reducción de los servicios y hacen presión para que «se reponga» la cuantía.

Hasta el momento, y desde 2006, el centro estaba incluido en la totalidad que la Conselleria de Sanidad destinaba a los servicios de la ONG, de la que 360.000 euros se empleaban en el trabajo con este colectivo a través de programas específicos y adaptados. El último acuerdo para funcionar de esta manera entre la organización y Sanidad, finalizaba en 2014, aunque se había prorrogado hasta el momento.

«Se estaba a la espera de un nuevo contrato», explica Javier Rodríguez, responsable del programa de adicciones, VIH y prostitución de Cruz Roja en la provincia. Pero esta vez, en lugar de renovarse como hasta la fecha, la Conselleria incluye el CIBE de Alicante en la subvención a través de la Orden de Subvenciones de Drogodependencias. Es decir, saca la parte que correspondía al CIBE del contrato que incluía «todos» los servicios de la ONG, para pasar a subvencionarlo por otra línea. Esta nueva cuantía se fija en 185.000 euros, según la conselleria de Sanidad.

«Las personas que atendemos no tienen otro servicio al que acudir. Tienen un consumo activo y en el CIBE estamos especializados en adicciones», explica Carolina Espadas, coordinadora provincial de Cruz Roja, quien añade que para conseguir la financiación necesaria para mantener la actividad, «se están manteniendo conversaciones con Consellería para ver las posibles opciones así como con el Ayuntamiento de Alicante, que nos consta que valora lo importante que es el servicio».

La Asociación de Comerciantes de la zona de Los Ángeles y Altozano, así como la junta de distrito número 2 a través de las asociaciones de vecinos, están mostrando su apoyo al centro y haciendo presión para recuperar la financiación y evitar así lo que definen como «un grave problema para la ciudad».