Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional (Amok) patrullan por el hall y los vestíbulos del aeropuerto en acciones individualizadas y de control de terrorismo, en grupos formados por un mínimo de cuatro efectivos. También se encargan de la seguridad en el exterior y de la entrada y salida de vehículos, con puntos donde montan controles. Su presencia ha ayudado a reducir en un 21% los hurtos al descuido y los robos a turistas.