Más allá de las cifras de seguimiento de la huelga, la secretaria provincial de UGT se felicita por el hecho de que la lucha por la igualdad de la mujer haya ocupado el centro del debate público y privado en España a todos los niveles y en todos los ámbitos. Yaissel Sánchez mantiene que esta «histórica» jornada del 8-M servirá para impulsar la causa feminista, «que va a continuar con las mismas energías» a partir de hoy, y lamenta que la provincia de Alicante esté a la cabeza de los agravios y la brecha salarial en pensiones, economía sumergida, salarios y tipo de trabajo.

Seguro que está satisfecha con el resultado de esta movilización histórica del 8-M...

Satisfecha, orgullosa y emocionada por este movimiento feminista y sindicalista. Hemos recorrido las calles de Alicante con un gran piquete, parando en los comercios, haciéndonos ver en la calle y demostrando nuestra fuerza. Esto tiene que cambiar. La huelga es una herramienta para modificar las cosas y vivimos un momento histórico que marca un antes y un después en la lucha feminista que venimos librando los sindicatos de clase los 365 días del año. Porque el día de mañana va a seguir igual: con la misma reivindicación y la misma fuerza.

¿Qué mensaje traslada esta movilización a aquellos que no entienden la convocatoria de una huelga para reivindicar la igualdad de la mujer?

Que esta lucha por la igualdad no atiende a colores ideológicos. Muchísimas políticas de Ciudadanos y el PP han intentado quitarle prestigio a esta movilización. Y con lo que se tienen que quedar es con que la lucha por la igualdad real entre mujeres y hombres no tiene colores. Lleva la ideología de las feministas, que es crear conciencia colectiva para lograr la igualdad; y que no sea simulada, sino real y efectiva. Y si ahora políticas de diferentes colores nos representan en diferentes corporaciones públicas y parlamentos es gracias a la labor realizada por muchísimas mujeres cuyas historias han estado negadas y escondidas. Es importante que ellas vean que esta lucha continúa y no va a parar.

¿Y qué opina de las voces que sostienen que esta movilización cuenta más con el apoyo de las élites femeninas mejor informadas que con el de la población de base, la infantería social?

Eso es una falacia, una posverdad, una gran mentira. Que le hablen de huelga elitista a todas las cuidadoras profesionales que no han recibido 44 millones del Gobierno, que se lo digan a las empleadas del hogar que trabajan en la economía sumergida, a las que están con empleos precarios y tienen miedo de coger cualquier permiso por el riesgo de perder el empleo. Que se lo digan a las científicas que han tenido que emigrar, a las administrativas, peluqueras, a las de hostelería, camareras, limpiadoras de pisos que sufren la explotación de las multiservicios. A las amas de casa, a nuestras madres y abuelas que han trabajado en los hogares, de los que el propio sistema no quiere que salgamos...

Más allá de las cifras del seguimiento de los paros, es un hecho que la reivindicación ha alcanzado un alto grado de notoriedad en nuestro país...

Ya no sólo el 8-M. Todo lo que se ha venido hablando a través de los medios, que son nuestros grandes altavoces. Se ha generado un debate, muchísima reflexión, conversaciones en las calles, escuelas, institutos, bares, entre amigas... Se han hecho análisis y presentado informes y estadísticas oficiales, del propio Gobierno, no son inventadas por los sindicatos. Y nos dicen que hay una brecha salarial enorme. Nosotras trabajamos gratis desde el 8 de noviembre hasta el 31 de diciembre por esa brecha salarial tan grande. E indican que desde que entramos al mercado laboral siendo menores de 18 años ganamos 505 euros menos en la provincia de Alicante. Esa diferencia la seguimos arrastrando hasta la vejez. Las pensiones de las mujeres son mucho más bajas: aquí, la media para un hombre ronda los 900 euros y para una mujer los 600.

El conflicto de la brecha salarial es difícil de entender para mucha gente, sobre todo hombres, cuando existe un marco normativo regulador como es el convenio colectivo...

En un convenio colectivo, del que formamos parte los sindicatos, no puede existir esa diferencia. Un hombre y una mujer van a ganar lo mismo en un puesto de oficial, por ejemplo. ¿Dónde está esa diferencia? En los complementos. Si eres oficial y eres encargado, tienes un complemento; y si haces nocturnidad, tienes otro. Las mujeres, no. Ahí es donde empieza a crecer esa brecha salarial.

Pero una mujer que trabaja de noche tiene complemento de nocturnidad al igual que cualquier hombre...

Sí, pero, ¿quiénes son los que hacen la nocturnidad? ¿A quiénes se le aplica? ¿Quiénes son los que tienen la mayor carga de responsabilidad en cualquier tipo de empresa? La mayoría de los grandes puestos y jefaturas los ocupan los hombres. El famoso techo de cristal y el suelo pegajoso es por eso; porque no nos dejan avanzar y por ahí viene el aumento de la brecha salarial.

¿Se puede decir que provincia de Alicante está en la media nacional de discriminación por sexos o presentamos alguna particularidad al respecto?

Con la precariedad laboral que arrastra esta provincia, no podemos hablar de una situación positiva porque en Alicante venimos denunciando una y otra vez con informes sobre salarios, economía sumergida, tipo de empleo y pensiones que las que peor paradas salimos somos las mujeres.