Expertos en espionaje sostienen que el dispositivo de grabación encontrado bajo un armario del despacho de la Concejalía de Urbanismo el pasado mes de enero tuvo que pasar por manos de profesionales. Así lo aseguran analistas consultados por este diario, que explican que la «batería esté conectada con soldadura y estaño pone de manifiesto que la manipulación ha sido hecha por profesionales o personas con relativa destreza». Ésta es una de las conclusiones a las que llegan tras visionar las fotografías del artilugio tomadas el pasado lunes en el despacho de Urbanismo, donde la concejala Eva Montesinos mostró por primera vez el dispositivo que descubrieron el pasado mes de enero tras un barrido tecnológico y cuya existencia decidió ocultar el ejecutivo liderado por Echávarri.

Analistas de Espiamos, la principal tienda del sector en Alicante con sede también en Madrid, subrayan que el aparato hallado en el despacho de Urbanismo es «una parte de un dispositivo de grabación y audio», del que «los tres cables se destinan a la alimentación, audio y video». En la fotografía, según concretan, «falta la otra parte de dispositivo, es decir, el grabador con o sin transmisor para enviar la información a distancia». Los expertos, insisten además en que al tratarse de una «sola batería [en alusión a la pila], lo más probable es que el dispositivo se haya instalado para un uso rápido del mismo, quizá un solo día, no para largo tiempo, e incluso podría pensarse que, una vez concluida la grabación puntual, la persona hubiera arrancado la parte del dispositivo de grabación que falta y se hubiera llevado el registro dejando la pila y los cables sueltos in situ».

El dispositivo analizado por expertos de Espiamos se encontró, según han explicado desde el gobierno de Echávarri, en los bajos de un armario que ahora está situado a la izquierda de la mesa de la concejala Montesinos, pero que durante la etapa de Miguel Ángel Pavón (Guanyar) se encontraba en otra ubicación, justo en la pared de enfrente de la misma instalación. El mobiliario procedió del antiguo hotel Palas, sede de la concejalía hasta enero del pasado año. Pavón dejó el despacho del nuevo edificio el pasado 15 de noviembre, tras abandonar las competencias del gobierno del tripartito de Alicante ante la negativa de Echávarri a dimitir pese a estar encausado en dos procedimientos judiciales por presunta prevaricación.

Por otro lado, Compromís, como ya hizo Guanyar, reclamó ayer por escrito al gobierno de Echávarri el informe sobre el barrido realizado en enero en dos dependencias municipales bajo la supervisión del jefe de Seguridad de Alcaldía, el escolta de Echávarri. Por ahora, el ejecutivo local no ha facilitado la información, aunque asegura que lo hará. Hasta la fecha, tampoco se sabe nada de la factura relativa al primer barrido que se realizó en el despacho del alcalde, Gabriel Echávarri, al inicio de este mandato. El documento no está publicado en el Portal de Transparencia municipal. El dirigente socialista desveló el pasado martes, en su primera intervención pública después de que este diario revelase el hallazgo en enero de un dispositivo de grabación en Urbanismo, que en su despacho se han realizado ya dos barridos electrónicos: el primero, al inicio del mandato, y el segundo, el pasado 15 de enero, coincidiendo con la inspección llevada a cabo en el área de Urbanismo. En ambos momentos, en Alcaldía no se detectó ningún dispositivo de grabación, según precisó Echávarri. Sin embargo, la primera factura, que data de hace más de dos años, no figura en el Portal de Transparencia, donde se publican los contratos menores del Ayuntamiento de Alicante, aunque fuentes del gobierno subrayan que no se suben todos. La factura del último barrido ha sido reclamada, junto al resto de documentación disponible, por Guanyar y Compromís. El gobierno local ha anunciado que facilitará esa información, aunque sin concretar la fecha.