Millones de mujeres se van a echar hoy a la calle. Por vez primera en la historia, el Día de la Mujer se va a celebrar con una huelga feminista en todo el mundo en defensa de algo tan irrenunciable como la igualdad. Pero ¿realmente hay motivos para tanto jaleo? Tienen razón quienes afirman que las mujeres estamos mucho mejor ahora que hace medio siglo, sobre todo si tenemos la suerte de haber nacido en un país desarrollado, pero basta con echar un vistazo a una sociedad, obviamente privilegiada, como la alicantina para comprobar que, aunque hemos avanzado mucho, queda un gran camino por recorrer para que la discriminación de la mujer sea historia. Las mujeres ganan menos, sufren más paro y precariedad laboral, sus pensiones son más bajas, ascienden en el trabajo con mayor dificultad, dedican más tiempo al hogar y a los hijos y menos a sí mismas. Son las víctimas de maltrato, de asesinatos por parte de sus parejas, de acoso sexual, de agresiones machistas. Siguen primando el cuidado de la familia a su carrera profesional, son las que cuidan del padre y del suegro, las que piden un día de libranza si el niño tiene fiebre, las golfas si viven el sexo con libertad, la propiedad de muchos hombres. ¿Demagogia o exageración? Veamos los números.

Una de las discriminaciones más obvias es la diferencia salarial entre hombres y mujeres a todas las edades. Un informe elaborado recientemente por UGT confirma que las mujeres menores de 18 años, nada más empezar su inmersión en el mercado laboral, tienen una diferencia salarial de 511 euros con respecto a los hombres de la misma edad. En global, en Alicante, la diferencia en las remuneraciones se eleva al 19% ya que los hombres ganan una media de 17.079 euros mientras que el salario medio de las mujeres es de 13.845 según datos de la Agencia Tributaria recogidos por UGT. Son 3.234 euros de diferencia anual. La distancia existe en todos los sectores y en todas las actividades profesionales, aunque es en la banca donde la diferencia es mayor, superándose los 10.000 euros al año a favor de los hombres. El sector que menos diferencias registra es el de la construcción y actividades inmobiliarias donde es de apenas 100 euros al año.

Los servicios sociales, con más de 76.000 trabajadoras, frente a unos 52.000 hombres, es el sector en el que más mujeres trabajan en la provincia. Sin embargo, también aquí las mujeres ganan menos: 22.317 euros anuales frente a los 26.727 euros de sueldo de los hombres. Da igual el ámbito: agricultura, industria, comercio, comunicación, servicios... En todos los sectores, ellos ganan más.

Especialmente injusta es la denominada brecha salarial, es decir, a mismo trabajo, los hombres perciben más sueldo. UGT cuantifica esta brecha en la Comunidad Valenciana en un 25% y CC OO en un 34,4%, y la diferencia se acentúa con la edad. Según un informe realizado por CC OO PV de cara a la huelga de hoy, de media, una mujer en la Comunidad tendría que trabajar 125 días más al año para ganar lo mismo que un hombre, o dicho de otra forma: las mujeres dejan de cobrar por trabajar desde el 8 de agosto. El informe pone de manifiesto que entre los años 2008 y 2015 la desigualdad ha aumentado y se ha visto agravada por la crisis y los recortes, y es mayor a partir de los 45 años. Una de las causas, según se indica en el estudio, es que las interrupciones de la vida profesional de las mujeres por el cuidado de menores o personas dependientes repercute en su remuneración.

Quien se pregunte si la diferencia salarial puede guardar relación con la capacidad o la preparación puede analizar la situación del ámbito universitario donde las mujeres superan a los hombres en rendimiento académico pero cobran menos. En la Universidad de Alicante, por ejemplo, hay actualmente 13.139 mujeres cursando un grado frente a 8.741 hombres. La tasa de abandono es menor en las mujeres y registran mejor nota media. Sin embargo, las tituladas tienen peor inserción laboral que sus homónimos masculinos con contratos indefinidos del 47,7% frente al 40,1% de las mujeres.

La discriminación se aprecia claramente entre el propio profesorado universitario. Y es que las profesoras de la UA cobran una media de 800 euros menos que los profesores con los mismos méritos. Así se desprende de un informe elaborado por CC OO auspiciado por el vicerrectorado de Igualdad en el que se analiza la retribución adicional que perciben los profesores en concepto de experiencia docente e investigadora, gestión, movilidad o estancia en el extranjero. Pues bien, los profesores reciben por este complemento una media de 3.000 euros al año, mientras que para las mujeres es de 2.200.

Siguiendo en el ámbito laboral, todos los informes evidencian que las mujeres aglutinan la contratación temporal a tiempo parcial con un 65% y tienen una cuota menor en la afiliación a la Seguridad Social. Por si fuera poco, el paro femenino es mayor que el masculino. En este sentido, en Alicante, en febrero de este año se contabilizaron 65.995 hombres parados frente a 93.673 mujeres. Hasta los 25 años, las cifras de desempleo entre hombres y mujeres no son tan distintas, pero aumentan con la edad.

Con esta desigualdad durante toda la vida laboral unida a la mayor tasa de temporalidad, y a las lagunas en la cotización con etapas dedicadas exclusivamente a la familia, no es extraño que las pensiones también se resientan. La pensión media de las mujeres en Alicante es 341 euros al mes más baja que la de los hombres. También en este caso los datos han sido expuestos por los sindicatos. Así, un informe sobre pensiones de UGT revela que la media de las prestaciones de los hombres se situó el pasado año en los 973,81 euros, y el de las mujeres, en 632,06 euros. Estas cifras son extensivas a todo el país con unas pensiones en las mujeres un 37% inferiores a las de los hombres. ¿Es extraño entonces que la mayor parte de las pensiones inferiores a 600 euros las perciban mujeres?

Cargos directivos

Alguien puede alegar que en su trabajo no hay brecha salarial y que el hombre y la mujer en el mismo puesto, cobran lo mismo. Al margen de que los complementos y los pluses suelen recaer en los hombres, que son los que más posibilidades tienen de hacer horas extra o viajar mientras sobre la mujer sigue recayendo el mayor peso de la familia, no tiene más que echar un vistazo a la cúpula de su empresa. Siempre hay excepciones, por supuesto, pero una vez mas los datos son inapelables. Así, en la Comunidad Valenciana sólo el 26% de puestos directivos están ocupados por mujeres según un informe de la firma de asesoramiento fiscal Grant Thornton. Este estudio también determina que en el 15% de las empresas de la Comunidad no hay ni una mujer al mando. En este caso, la cifra nacional aún es peor ya que en España hay un 20% de empresas sin mujeres en la cúpula. La incorporación de directivas va muy lenta aunque, según el mismo informe, el 92% de empresas valencianas cuentan con políticas de igualdad salarial, el 83% tiene establecidas modalidades de trabajo a tiempo parcial y el 75% aplica políticas de no discriminación a la hora de contratar, al menos sobre el papel.

Y todo esto, ¿por qué? Parece evidente que, más que un problema de actitudes machistas, tras esta desigualdad en el ámbito laboral hay un problema de discriminación social. Las mujeres siguen siendo mayoritariamente las que se ocupan del cuidado de la familia, de los hijos y de los mayores. Según datos facilitados por UGT en L´Alacantí-La Marina, en cuanto a la conciliación, las mujeres son las que se hacen cargo de la corresponsabilidad y las que hacen uso de los permisos de maternidad, con un total de 8.926 procesos percibidos por madres y sólo 108 por los padres. «Los cuidados, la corresponsabilidad y por ende la conciliación siguen recayendo en las mujeres fruto de nuestra cultura patriarcal y machista que hace que las mujeres veamos mermados nuestros procesos contributivos», se ha señalado desde el sindicato.

Pese a las campañas y al avance en materias de igualdad, el trabajo del hogar y el cuidado de la familia sigue recayendo sobre todo en las mujeres. Las españolas dedican un total de 4,8 horas al día al trabajo sin remunerar en el hogar y la familia frente a las 2,4 horas que dedican los hombres según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recogidos por Europa Press. Las mujeres dedican casi el doble de tiempo al hogar que los hombres aunque no tengan hijos y sólo destinan un tiempo parecido a limpiar, planchar y cocinar los que no tienen pareja.

Con respecto al ocio, los datos reflejan que los hombres pasan más tiempo frente al televisor o con amigos que las mujeres ya que ellas están más tiempo realizando tareas domésticas. En resumen, la OCDE confirma que los hombres tienen más tiempo libre que las mujeres en todos los países. Un ejemplo donde mirarse es el del Norte de Europa donde las noruegas, con 6,1, son las que más horas libres tienen al día para dedicarlas al ocio, el deporte o la cultura, cifra muy superior a las españolas que sólo disponen de 4,7 horas diarias para ellas.

Los hijos son el mayor condicionante de la vida laboral de las mujeres y los que justifican que tres de cada cuatro contratos a media jornada sean de las mujeres así como la mayoría de las excedencias, las reducciones de jornada y los permisos. Sobre las mujeres sigue recayendo el mayor peso del cuidado de los niños y de los mayores lo que provoca un estancamiento, cuando no un retroceso, en la carrera profesional de las madres mientras que los hijos apenas afectan a los ingresos y al desarrollo profesional de los padres.

Todos los expertos coinciden en que estas desigualdades sólo pueden salvarse con un cambio de mentalidad en la sociedad pero no es fácil. Las campañas educativas entre los más jóvenes y la lucha feminista por evidenciar y reducir la desigualdad se enfrentan al bombardeo de programas televisivos, publicidad, juegos y películas marcados por los roles de género en los que los hombres siguen relacionándose más con el trabajo o el deporte, y las mujeres con la belleza y la moda.