La sección número 1 de la Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJ ha comunicado, con fecha 5 de marzo, seguir el trámite del contencioso presentado en septiembre del 2017 por la mercantil Puerta del Mar y Ocio contra el decreto de la Autoridad Portuaria de Alicante que dio por finalizada la autorización administrativa del complejo Marmarela con fecha 27 de abril 2017.

La decisión del TSJ, según fuentes próximas al caso, rechaza la solicitud de desestimación que el Puerto de Alicante presentó a través de la Abogacía del Estado y acuerda seguir el proceso judicial si no hay un acuerdo previo entre las partes que, según la mercantil, permita la reapertura de su complejo y la retirada del contencioso.

La mercantil pidió a la Autoridad Portuaria una nueva autorización mientras se tramita y concede la concesión prevista para los muelles 10, 12 y 14 (donde se ubica el complejo de ocio), al haberse anulado los argumentos que impidieron la continuidad de su actividad ("imposibilidad de prórroga o concatenación de la autorización anterior"), ya que la autorización de explotación de Marmarela pasó a manos de la Generalitat Valenciana durante la celebración de la última Volvo Ocean Race.

Además, según la empresa, "quedó demostrada por Puertos del Estado y reconocida por el Ayuntamiento la compatibilidad de la actividad del complejo de ocio en el vigente Plan de Espacios Portuarios de Alicante, y ya se han concedido por parte de la APA nuevas autorizaciones, sin objeción alguna, a otras explotaciones comerciales del Puerto de Alicante en circunstancias similares a las del complejo Marmarela".

Los responsables de Puerta del Mar y Ocio recuerdan a través de un comunicado que siguen a la espera de las medidas cautelares solicitadas al TSJ y confían en no tener que desmontar sus instalaciones del puerto para volver a acoger el Village de futuras ediciones de la Volvo Ocean Race ya que, en caso contrario, la APA tendría que hacer frente a indemnizaciones millonarias por los daños y perjuicios ocasionado.

La mercantil recuerda, por último, que alrededor de un centenar de trabajadores directos, y otros tantos indirectos, están pendientes de la autorización de la Autoridad Portuaria, que serviría además para que las empresas e instituciones locales, nacionales e internacionales que han utilizado el complejo Marmarela hasta la fecha, puedan volver a hacerlo en los próximos meses, recuperando un espacio único y singular para la oferta turística de la ciudad y de toda la Comunidad Valenciana.