De bote en bote. El Hospital de Sant Joan se encuentra al máximo de su capacidad debido al incesante ingreso de pacientes con enfermedades respiratorias, gripe y neumonía. El servicio de Urgencias se encontraba ayer a mediodía al límite, con enfermos esperando en los pasillos a que se vaciara una cama en planta, según denunció el sindicato UGT, que asegura que a esa hora sólo quedaba una cama libre en todo el hospital. Trabajadores del servicio señalan que la falta de espacio llegó a tal extremo, que en un momento de la mañana coincidieron a las puertas de Urgencias cuatro ambulancias y no había camas en las que acostar a los enfermos.

Pese a que la epidemia de gripe ha ido bajando en las últimas semanas, todavía hay una media de 80 casos por cada 100.000 habitantes, a lo que se suma un elevado número de pacientes con otras afecciones respiratorias, como neumonía. Especialistas del centro señalan que el clima cambiante de los últimos días está provocando un mayor número de problemas respiratorios y no prevén que el ingreso de enfermos vaya a descender por lo menos hasta el mes de abril. Hay que tener en cuenta además que el Hospital de San Juan tiene asignadas 25 residencias geriátricas de la zona, por lo que a diario acuden a urgencias muchas personas mayores, frágiles, con problemas respiratorios o descompensación de sus enfermedades.

Desde UGT lamentan que la saturación de Urgencias del Hospital de Sant Joan se ha convertido en un mal endémico. «Actualmente la demanda asistencial supera con creces la capacidad de prestar un servicio mínimo de atención urgente de calidad», señala Cristóbal Román, enfermero de Urgencias y miembro de la junta de personal del Hospital de Sant Joan. Según datos del sindicato, en el último mes se han atendido 1.000 pacientes más con respecto al año anterior. Un incremento de pacientes que provoca que enfermos que necesitan una cama «estén siendo atendidos en sillones o sillas de ruedas». La sala de espera «puede llegar a tener más de 50 enfermos y familiares, lo que genera situaciones de violencia entre las familias y el personal de urgencias». Desde UGT lamentan que el incesante aumento de las urgencias «no ha ido acompañado en la mayoría de los casos de un aumento paralelo de los recursos estructurales y de personal». El área de Observación del servicio, «está bloqueada por pacientes pendientes de ingresar» y la denominada Unidad de pre Ingreso, que se creó hace unos años como una solución de emergencia, «lleva desde diciembre abierta, almacenando pacientes y funcionando como una planta, con 13 enfermos entre cortinas y sin tener cubiertas las necesidades básicas de una planta de hospitalización».

Desde la Gerencia del centro señalaron que ayer se produjo un pico asistencial «muy potente» ante el que se han adoptado medidas «de refuerzo» consistentes en reforzar cada turno de urgencias «con una enfermera y una auxiliar» y reabrir la UPI.

El enorme crecimiento demográfico que ha experimentado la zona en la que se ubica el hospital de Sant Joan y las limitaciones físicas para su expansión explican en parte esta continua saturación del centro sanitario. En Sant Joan cada médico tiene asignados 446 pacientes y por cada cama hay 646 habitantes. Unas cifras que contrastan con los 296 enfermos por médico del Hospital General y los 327 habitantes por cada cama. De ahí que ante picos asistenciales, como los provocados por la gripe, el Hospital General «tenga una mayor capacidad de absorber a los enfermos que ingresan por urgencias y que tienen que ser ingresados en planta. Desde que abrió sus puertas hace 25 años, el Hospital de Sant Joan, ubicado en plena zona de expansión de Alicante, casi ha duplicado el número de habitantes para el que fue creado. Además, este centro sanitario tiene asignadas un total de 25 residencias de ancianos, lo que influye en el elevado número de ingresos en épocas de gripe. De forma paralela, las posibilidades de crecimiento de este hospital son escasas, al estar limitado físicamente.