La Semana Santa alicantina puede presumir de mostrar en las calles imágenes de gran valor artístico. Una misma tarde, el Martes Santo, se cruzan las tallas creadas por el cincel de escultores tan distintos como el sevillano Antonio Castillo Lastrucci, el valenciano Jose María Ponsoda Bravo y el alicantino Remigio Soler. Realismo, sentimiento y vanguardia que emocionan por igual.

Ecce-Homo

Una de las más antiguas devociones de la ciudad, con sus raíces asentadas en el siglo XVIII, el Ecce-Homo, pide a Antonio Castillo Lastrucci que realice la tallas de los titulares de la hermandad. Según explica el hermano mayor de la Muy Ilustre, Penitencial y Franciscana Cofradía del Santísimo Ecce-Homo y Nuestra Señora de la Amargura, Víctor Ruiz Ñeco, fue Tomás Valcárcel quien puso en contacto a la hermandad con Lastrucci. «Si te pones delante de nuestras imagen, ese gesto se presta a la devoción. Los rostros de Castillo Lastrucci, el imaginero culmen de la postguerra, son impresionantes», asegura Ruiz. Además, el Ecce-Homo, que fue el primer Misterio que procesionó a costal en Alicante, hoy en día dispone «de una cuadrilla muy consolidada». La Virgen de la Amargura empezó a salir a costal en 2013, y según su hermano mayor, debido a la estrechez del palio, «todavía le falta algún año para consolidarse».

Otro camino que sigua avanzando es la implicación del Colegio Franciscanos. Crecen los antiguos alumnos que participan en la procesión y, por otro lado, el 22 de marzo se realizará la segunda mini procesión en el colegio, donde los alumnos escenifican un desfile procesional en miniatura. con todo lujo de detalles.Stabat Mater

En Alicante, hablar de Stabat Mater es hablar de Remigio Soler. La Hermandad Penitencial del Stabat Mater nació en 1992 en torno al conjunto escultórico creado por el imaginero de Benalúa. Para el hermano mayor, Miguel Brugarolas, «Remigio era una artista alicantino y vanguardista, con un estilo muy particular, que realizó mucha escultura religiosa pero nosotros podemos decir que tenemos sus únicas tallas de Semana Santa, su obra cumbre por la envergadura del proyecto». No en vano, Brugarolas presume de» defender que se puede tener un estilo propio y diferente. Somos conscientes que hay gente que le encanta y gente que no le gusta».

Miguel Brugarolas destaca la «mucha gente joven, los muchos niños, niñas y adolescentes con los que contamos». De origen marista, el 95% de la hermandad siguen siendo alumnos, exalumnos y familiares de colegio, una vinculación que se mantiene con los años, especialmente entre los estudiantes de 2º de bachillerato que son los que pueden poner sobre sus hombros el segundo trono más grande de la Semana Santa de Alicante, en su último curso en este centro escolar. Además, destaca que «tenemos un cuerpo fijo de unos 110-120 costaleros, el mínimo para portarlo son 148 personas y ya contamos con 152».

Como cierre a la celebración de su 25 aniversario, la hermandad ha dado un paso más en su idea de apoyar a artistas de la tierra. Hace unos días han firmado el contrato de una nueva imagen, que «fieles a la idea de dar espacio a artistas de la tierra, hemos encargado a un imaginero alicantino», afirma Brugarolas. En 2020, Stabat Mater tendrá su segundo trono, que será una Virgen Dolorosa.

Nuestro Padre Jesús

«No es muy grande, tiene unos rasgos muy marcados y es una talla completa, de pies a cabeza, que está muy bien hecha». Así define la presidenta de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, Esmeralda Giner a «nuestro pequeñín», al Nazareno que procesiona cada Martes Santo por las calles de la ciudad desde 1942. Un año antes se fundó la hermandad en el seno del Centro Católico, que decide encargar la talla al imaginero valenciano José Maria Ponsoda Bravo, muy activo en los años 40, que atendía innumerables encargos de Valencia y Alicante.

Esa imagen le ha dado sentido a la hermandad y seguirá siendo su santo y seña. La talla pasó en 2006 por el taller con motivo de La Luz de las Imágenes, pero en un tiempo no muy lejano habrá que volver a restaurar «para evitar el desgaste del pie».

Siguiendo al Nazareno procesiona la Virgen de las Penas, obra de otro escultor alicantino, el torrevejense Víctor García Villagordo. Su Señora estrena este año toca sobre manto, bordada en el taller Paredes, de Guardamar, regalada con motivo de su décimo cumpleaños. Como recuerdo nostálgico al pasado, la Virgen de las Penas lucirá una saya negra de Nuestra Señora de la Esperanza, bordada por Pepe Espadero, un traje de «su hermana mayor, que tanto le ayudó cuando llegó a Alicante hace 10 años».

Otro hecho a destacar es la cada vez mayor la colaboración mutua entre Nuestro Padre Jesús y el Colegio Calasancio.Cristo del Mar

La Real y Muy Ilustre Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo del Mar, Nuestra Señora de los Dolores Coronada y San Juan de la Palma afronta en la próxima Semana Santa los últimos actos de su centenario. El 8 de octubre, el obispo Jesús Murgui coronó canónicamente a la Virgen de los Dolores, «uno de los hechos más importantes de la historia de la hermandad», en opinión de su hermano mayor, Alfredo Llopis.

En 1917, el padre jesuita Rafael Esplá fundó en el convento del Carmen la Cofradía de la Virgen Dolorosa. Su primera imagen, con la que procesionó por primera vez el Viernes Santo de 1918, era de Salzillo, pero un incendio acabó con esta valiosa talla. A partir de 1940, la hermandad se asienta en Santa María y se reorganiza en torno a tres imágenes: el Cristo del Mar y San Juan Evangelista, que llegan a Alicante en 1943 desde el taller de Antonio Castillo Lastrucci, y una talla napolitana anónima del finales del siglo XVI, que fue convertida en Nuestra Señora de los Dolores Coronada el pasado 8 de octubre por el obispo Jesús Murgui. Este Semana Santa, por tanto, la Dolorosa volverá a lucir su corona después de procesionar el año pasado con una tiara de flores.

Otra novedad es el estreno de 12 varales de plata del paso de palio de la Virgen, elaborados por Samuel Díaz (Orfebrería Villena), regalados por familias y costaleros. Otra, el estreno del bacalao de la hermandad matriz, diseñado y bordado por el sevillano Álvaro Abril Vela, un nuevo estandarte que engloba los escudos de toda la corporación, es decir, de la Virgen de los Dolores y San Juan de la Palma, la Verónica y la Oración en el Huerto, además del emblema de la Basílica de Santa María. Y por último, el Viernes de Dolores, al finalizar el Via Crucis con el Cristo del Mar, se bendecirá el azulejo conmemorativo del centenario, colocado en la Plaza de Santa María, creado por el ceramista sevillano, Carmelo del Toro.