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La provincia de Alicante registra el menor déficit de lluvias del Mediterráneo

Los dos primeros meses del año dejan más precipitaciones de lo habitual en las comarcas alicantinas aunque el agua acumulada es menor

Lluvia en Orihuela el pasado 27 de febrero. TONY SEVILLA

La provincia de Alicante tiene en estos momentos el menor déficit de lluvias del área mediterránea de la península Ibérica, al haber registrado en los últimos meses una precipitación más parecida a los valores normales para esta época. Según el resumen de la evolución de las precipitaciones realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) con fecha de 1 de marzo, en casi la totalidad de la demarcación alicantina ha caído desde el pasado 1 de octubre más de un 75% del agua habitual en estas fechas, mientras que en el resto del área mediterránea peninsular se han quedado por debajo de ese índice -salvo en Barcelona- y en gran parte del territorio no han alcanzado el 50%.

Los mapas que acompañan al informe reflejan cómo, en general, en lo que va de año hidrológico se ha acumulado menos lluvia de lo que se considera habitual. Sin embargo, la situación cambia si se tienen en cuenta sólo los dos últimos meses, y muy especialmente febrero, que, según señala el Boletín Hídrico Nacional que también elabora la Aemet, ha terminado con una precipitación por encima de los registros medios. Y ese superávit es, de una manera un tanto sorprendente, mayor en comarcas del sur como l´Alacantí y el Baix Vinalopó.

En general, en lo que va de 2018 se lleva acumulada menos agua que en los dos primeros meses de 2017, pero con un cambio muy significativo: la lluvia ha estado mucho más repartida en el tiempo y, además, no se ha producido un temporal fuerte como el que tuvo lugar en enero del año pasado. Así, según los datos recogidos en los observatorios de la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet), la localidad de Benigembla, en la Marina Alta, es donde ha caído más agua en los dos primeros meses del año, 284 litros por metro cuadrado. Es un dato cuantioso, pero lejano de los 431,7 que se llevaban a estas alturas de 2017. También ha llovido menos que el año pasado, pero aún así bastante, en la comarca de El Comtat, con 256,7 litros en Benimassot frente a los 367,2 que se llevaban en febrero de 2017.

Las cantidades del año pasado se deben casi en exclusiva al citado temporal de enero, ya que febrero fue un mes muy seco. En cambio, las lluvias de las últimas semanas han hecho que el inicio de 2018 haya sido en algunos lugares incluso más húmedo que el de 2017. Un ejemplo llamativo de esto es la ciudad de Alicante, donde llevan caídos 82,9 litros y en los dos primeros meses del año pasado se acumularon 74,8.

También ha llovido más estos dos últimos meses en Elche (95 litros) que en el mismo periodo de 2017 (89,2). En Orihuela sí ha llovido menos (70,8 litros frente a 101,4), pero aún así la cantidad recogida este año no es despreciable, teniendo en cuenta el clima más seco de esta zona y que no se ha producido ningún temporal.

Inviernos más húmedos

El geógrafo Samuel Biener, gestor de las redes sociales del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), recuerda que «el Mediterráneo cada vez alcanza mayores temperaturas», y que ese factor «haría posible que el calendario de lluvias intensas se extendiese hasta el invierno», de manera que se produjeran con más frecuencia episodios de fuertes precipitaciones en enero o febrero. Tanto este año como el anterior han tenido inviernos más húmedos de lo habitual, que podrían ir en esa línea, pero los anteriores sí fueron más secos.

El experto también señala que este febrero «ha sido particular», al producirse «varias irrupciones frías» que han traído consigo incluso nevadas. Además, en invierno «el suelo tarda menos en perder la humedad», lo que hace que la lluvia sea aún más beneficiosa. Con todo, Biener recuerda que habrá que estar atentos a si la situación húmeda persiste o no.

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