La Policía Local ha paralizado la tala masiva de un bosque con centenares de eucaliptos en la huerta de Alicante, en la zona de la Condomina, tras recibir numerosas quejas de vecinos alertando de la destrucción de cientos de árboles. Aunque los eucaliptos no son considerados especie protegida, el Ayuntamiento envió a un inspector de Medio Ambiente y a los agentes a parar los trabajos puesto que el propietario de ese espacio sólo tenía permiso para podar las ramas recayentes a una carretera, no para realizar una tala masiva, según confirmó ayer la concejala de Urbanismo, Eva Montesinos. Para cuando los trabajos se paralizaron ya había desaparecido más de un tercio del bosque, toda la parte central de la masa arbórea. Centenares de eucaliptos que llevaban más de medio siglo dando sombra al Camino de l'Horta, próximo a dos de las torres defensivas de la huerta alicantina, la Torre Conde y, sobre todo, a Torre de Reixes. Ayer había dos máquinas en la zona pero aparentemente no estaban podando sino retirando troncos ya cortados, pero su presencia no rebajó la inquietud vecinal, pues temen que sigan cortando árboles cuando la Policía no esté presente, y tampoco la de colectivos de defensa del patrimonio defensivo de la huerta como la asociación Plinthus, que considera lo ocurrido un ataque más a estos parajes y otra muestra de la desprotección de la huerta alicantina.

Las primeras llamadas a la Policía de vecinos alertando de la presencia de máquinas cortando los eucaliptos se produjeron el jueves por la mañana, nada más empezar la tala. «Iban a la velocidad del rayo. Esto me huele a que el terreno es de una constructora y que como está empezando a moverse de nuevo el sector, quieren arrasar la zona para edificar», señaló uno de los ciudadanos que alertó de la tala de eucaliptos, enfadado con la actuación inicial de los agentes, pues entendía que debieron parar la tala enseguida «y les dejaron seguir pues estaban a expensas de que la empresa les entregara el permiso. Al preguntarles por qué no lo detenían inmediatamente, me dijeron que no son árboles protegidos».

Finalmente, la devastación fue paralizada a última hora del jueves por la Policía Local al certificar que el propietario sólo tenía un permiso de poda pero no para realizar una tala masiva.

Según pudieron saber los vecinos que se preocuparon desde el principio por lo que ocurría en el bosque de eucaliptos de la huerta alicantina, hace dos años el Ayuntamiento envió una carta al propietario del suelo informándole de que había algunos árboles «medio caídos» hacia la carretera y que podían ocasionar peligro al tráfico rodado. Pero lo que era un permiso de poda desembocó en una tala «pues se pusieron a arrasar».

La concejala Eva Montesinos explicó que todo tiene su origen en un decreto que su antecesor en el cargo, el edil de Guanyar Miguel Ángel Pavón, firmó en mayo de 2017 instando a la propiedad del bosque de eucaliptos a podar las ramas de los árboles recayentes a una carretera próxima porque hacían peligrosa la circulación.

«El permiso sólo era para las ramas que afectaban al vial pero han utilizado ese decreto para talar». Según añadió la edil de Urbanismo, del PSOE, cuando se va a realizar una tala masiva de arbolado hay que pedir una licencia «y no la tienen». De ahí que Medio Ambiente y la Policía fueran a paralizar los trabajos, lo que tranquilizó a los vecinos, especialmente cuando el técnico les aseguró que carecían de licencia de tala.

Montesinos añadió que el Ayuntamiento alicantino citará al propietario para comunicarle que no puede hacer lo que ha hecho y «tendrá que restablecer la situación anterior, plantando otros árboles iguales o similares».

Los vecinos de esta zona de la huerta alicantina aprecian mucho este bosque de eucaliptos, pese a no ser especie protegida, porque consideran que han creado una microrreserva natural de centenares de árboles, en la que habían anidado loros, mochuelos y otras especies. «Es una pena, porque es una de las pocas zonas verdes que quedaban en la huerta de Alicante, un bosque de toda la vida que se han puesto a arrasar con máquinas de una forma salvaje», dijo otro testigo.

También la asociación Plinthus, que ha trabajado en la confección de itinerarios y en la puesta en valor del entorno de las torres de la huerta, calificó lo ocurrido de «un ataque más a la horta d'Alacant» y lamentó que se hubiera paralizado la tala tras detectarse que sólo contaban con permiso de poda de ramas cuando ya habían sido destruidos, afirman, casi la mitad de los eucaliptos del bosque. Al conocer lo ocurrido a través de la asociación cultural, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, dijo que pedirán información y explicaciones a la Concejalía de Medio Ambiente sobre lo que ha ocurrido con esta masa arbolada.

Los vecinos estuvieron ayer pendientes de las tareas que realizaban las dos máquinas que permanecieron en la zona del bosque de eucaliptos y, según verificaron, los operarios se limitaron a apilar y trocear la madera de los troncos que ya habían sido arrasados, «los han amontonado seguramente para llevárselos pero no parece que hayan seguido talando eucaliptos».