Cada año se diagnostican en España cerca de 4.000 casos de tumores cerebrales. La cirugía para extirparlos, aunque agresiva, es el tratamiento más adecuado frente a esta dolencia, «ya que su origen sigue siendo desconocido y no hay una terapia eficaz para este tipo de tumores», explica Pedro Moreno, responsable del servicio de Neurocirugía en el Hospital General de Alicante.
Precisamente el centro sanitario acoge esta semana un curso que reúne a alumnos y profesores de diferentes países del mundo para perfeccionar o aprender nuevas técnicas quirúrgicas. La peculiaridad de este curso, organizado por el servicio de Neurocirugía, es que parte de sus sesiones se dan en el salón de actos del centro sanitario, donde se proyectan en una gran pantalla operaciones en 3D con el objetivo de que los neurocirujanos puedan seguir las intervenciones con el mayor detalle posible. Poder ver las imágenes en una gran pantalla y en tres dimensiones ayuda significativamente a los asistentes a tener una imagen tridimensional de todas las estructuras del cerebro.
El curso de este año ha estado dedicado al tratamiento de lesiones en el tronco del cerebro, la zona más importante del sistema nervioso, «ya que aquí se concentran las principales funciones del cerebro, como el centro cardiaco, de respiración, de conciencia...». Los cirujanos reunidos en Alicante esta semana aprenderán nuevas técnicas para acceder a esta zona y extirpar tumores o resolver problemas vasculares.
El servicio de Neurocirugía del Hospital General de Alicante ha ido perfeccionando en los últimos años las técnicas para el abordaje de los tumores cerebrales. El servicio también dispone de la última tecnología para que los cirujanos puedan intervenir con el menor número de daños posibles. De hecho, el 90% de los pacientes intervenidos «no sufre secuelas adicionales a las provocadas por el tumor y la mitad mejora de los daños».
El centro sanitario ha adquirido recientemente para los quirófanos de neurocirugía un nuevo sistema de neuronavegación, el más avanzado de la Comunidad Valenciana, con el que los cirujanos «tenemos una especie de GPS para guiarnos por el cerebro y saber con precisión dónde actuamos», señala Pedro Moreno.
El responsable del servicio de Neurocirugía del Hospital General afirma que la incidencia de los tumores cerebrales está aumentando «debido al envejecimiento de la población y a otros factores que aún son desconocidos, puesto que el origen de esta enfermedad sigue siendo un misterio». Aunque el tratamiento más eficaz sigue siendo la cirugía, la quimioterapia se va perfeccionando, «lo que permite un aumento de la supervivencia de los enfermos». La mortalidad también baja «gracias a las técnicas diagnósticas que nos permiten detectar una recaída en fases muy precoces y volver a intervenir al paciente».
Según la Asociación Española contra el Cáncer en los lactantes y niños pequeños los tumores cerebrales son la segunda forma más común de cáncer, después de la leucemia. En los adultos los tumores cerebrales primarios ocupan el decimotercer lugar en frecuencia de todos los cánceres.
En cuanto a la distribución por sexos, predominan los tumores benignos en mujeres, mientras que los malignos y las cifras globales son mayores en varones. La incidencia de tumores cerebrales aumenta con la edad del paciente, principalmente entre los 75 y 85 años.
Según la Asociación Española contra el Cáncer, la peculiaridad del sistema nervioso central «y la barrera hematoencefálica limita gravemente el acceso» de la mayoría de los fármacos antitumorales.Pese a estas limitaciones, Pedro Moreno se muestra optimista con las últimas investigaciones aparecidas en este terreno. «Se empieza a saber que hay genes a nivel molecular que afectan a la manera en la que un paciente asimila la quimioterapia».
