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La circunvalación de Alicante pasa al Estado tras una década con el 12% del tráfico previsto

El Gobierno rescata la autopista de pago y asumirá su gestión directa el 1 de abril hasta que vuelva a licitarse

Imagen de la autopista de circunvalación de Alicante a su paso por San Vicente del Raspeig, con el escaso tráfico habitual. HÉCTOR FUENTES

La autopista de circunvalación de Alicante será finalmente rescatada después de que en una década de funcionamiento haya tenido apenas un 12% del tráfico previsto. El Ministerio de Fomento anunció hace pocos días que la vía pasará a manos del Estado el próximo 1 de abril, de manera conjunta con la autopista Cartagena-Vera, denominada AP-7 al igual que la circunvalación alicantina. La medida se produce dentro de un plan que incluye otras seis vías de peaje en quiebra y cuyas sociedades concesionarias estaban en liquidación, y que irán siendo asumidas por la administración de manera sucesiva. La primera de ellas ha sido la radial R-4 de Madrid, cuya gestión pasó a depender directamente del Ministerio de Fomento el pasado miércoles 21 de febrero.

Este rescate es la culminación, por ahora, del fracaso que han supuesto tanto la circunvalación de Alicante como otras vías de peaje inauguradas a lo largo de la década pasada y cuya utilidad ha sido puesta muy en entredicho a tenor del tráfico que han absorbido, muy por debajo de las expectativas. En el caso de la autopista alicantina, inaugurada en diciembre de 2007, la estimación era que por ella pasaran 52.000 vehículos al día; sin embargo, el año pasado únicamente se alcanzó una media diaria de 6.472 usuarios. El mejor registro de este tramo de la AP-7 es el del año siguiente a su puesta en marcha, 2008, con 9.990 vehículos diarios, un dato que no llega al 20% de los cálculos hechos previamente a su construcción.

En esta década, la autopista de circunvalación vio primero cómo ese tráfico ya exiguo desde el inicio se reducía aún más con la crisis, hasta los 5.298 vehículos diarios del año 2013. En los últimos años, la circulación se ha recuperado, de la misma forma que ha sucedido en todas las vías de peaje y en los desplazamientos en general, pero aún así por esta vía pasan muchos menos coches, furgonetas, camiones, autobuses y motocicletas que por un gran número de carreteras locales de la provincia. Ni siquiera en verano la circulación es intensa, ya que, por ejemplo, en agosto de 2017 hubo 10.795 vehículos diarios. Y quizá en ello influye más el trazado de la autopista que el coste del peaje. En las denominadas «horas valle» ir de El Campello a Monforte del Cid cuesta 2,85 euros, aunque en horas punta sube a 3,65 euros.

La circunvalación abierta en 2007 permite ir desde el litoral de la Marina hacia Elche y Murcia, así como enlazar con la A-31 hacia Madrid, sin pasar por la saturada autovía A-70. También es útil para quienes proceden desde Alcoy por la A-7 y quieren seguir hacia Murcia. En cambio, no permite acceder de manera directa al aeropuerto de El Altet, lo que impide que la A-70 pueda descongestionarse más. Y tampoco resulta útil para quienes salen de Alicante y quieren tomar la A-31 o la AP-7 hacia Benidorm y València.

Así las cosas, no sorprende que el tráfico en la A-70 alcance los 83.841 vehículos diarios entre los enlaces de la Universidad y de Mercalicante (A-31), y de 67.814 en las proximidades del aeropuerto. Mientras tanto, el tramo de la circunvalación con mejores datos es entre Mutxamel y San Vicente del Raspeig, libre de peaje, con 7.781 vehículos al día en 2016.

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